Cien jóvenes de botellón en el patio de un colegio se dan a la fuga al llegar la Policía

«Últimamente no salimos de nuestro asombro. Estamos realmente preocupados porque ya van tres fines de semana consecutivos en los que nos encontramos daños de magnitud y tememos que esto se convierta en un punto de encuentro habitual», asegura la directora del centro, María Ángeles Velasco.

La asiduidad con la que se están produciendo estos encuentros ilegales, que además van acompañados de destrozos en el centro educativo, «se nos está empezando a ir de las manos», asevera por su parte el concejal de Deportes y Educación en el Ayuntamiento de Piélagos, Luis Antonio Sañudo, que también ha puesto en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado lo ocurrido. «Esto no es algo nuevo, pero sí es cierto que desde el verano pasado se está convirtiendo en algo habitual», condena.

Sañudo, que ayer acudió a las instalaciones para comprobar el alcance de unos daños que rondan los 3.000 euros, solicita encarecidamente a Delegación de Gobierno que refuerce los efectivos en la zona porque se trata, dijo, de un asunto que ya excede la competencia municipal. «Contrataremos de nuevo un servicio de detectives privados para que pueda certificar quiénes se esconden tras estos hechos e instalaremos cámaras de seguridad en el recinto, pero verdaderamente necesitamos la ayuda de Delegación de Gobierno», asevera el edil.

No es la primera vez que el vandalismo se produce como consecuencia de la reunión de jóvenes en las instalaciones. El concejal de Educación rememora la magnitud de los daños ocasionados el pasado mes de diciembre, cuando en esa ocasión sí se logró identificar a varios menores procedentes de otros municipios cercanos como Santa Cruz de Bezana o Santander.

Este pasado fin de semana no ha sido posible identificar a los autores de los hechos. Eso sí, no solo dejaron el rastro de los daños causados, también los restos del botellón que, al parecer, motivó los hechos.

Este pasado fin de semana continuo también el goteo de sanciones en la capital cántabra por todo lo relacionado con el incumplimiento de las medidas sanitarias. La mayor cifra de multados fue por permanecer en la calle más allá de las diez de la noche. En total, entre el viernes, el sábado y el domingo, la policía municipal sorprendió a 51 personas que se saltaron el toque de queda. Muchas de ellas fueron identificadas en el entorno de Cañadío y la zona de ocio nocturno de la ciudad.

La mascarilla volvió a ser la causa de otra lista de sanciones, como sucede cada nueva jornada. En total se firmaron 19 multas por no llevar cubierta la boca. Muchas de ellas fueron impuestas a jóvenes que se encontraban bebiendo alcohol en la calle.

Pero no todas las sanciones se formularon en las calles. También en las viviendas particulares continuó el ocio nocturno más allá de las diez de la noche y los propietarios de siete pisos fueron identificados y multados por celebrar fiestas que además de incumplir las medidas sanitarias perturbaron el descanso del vecindario.

Otro de los municipios que no se libró de las infracciones este pasado fin de semana fue Camargo. Allí la Policía Local sancionó a nueve personas y a un establecimiento hostelero por incumplir las medidas de prevención frente al covid.

La mayoría de los denunciados (ocho) incumplieron el toque de queda entre el sábado y el domingo; y otro más fue sorprendido por la calle sin llevar mascarilla.