Las fuertes riadas amenazan con derrumbar el Puente Viejo de Oruña

Por eso, y como medida de prevención hasta que se pueda evaluar en qué situación se ha visto afectado, se ha procedido a restringir el acceso, según confirmaron a El Diario Montañés fuentes consultadas tanto desde la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria como del Ayuntamiento de Piélagos.

En este sentido, la alcaldesa, Verónica Samperio, quiso hacer un llamamiento a la ciudadanía y pidió encarecidamente que se respete la restricción de acceso, ya que, al parecer, son muchos los que, cada día, no lo hacen. Y saltarse las vallas, en este caso, es obviar la gravedad del peligro que podrían correr si se produjera un derrumbamiento repentino. «No damos abasto cada día para colocarlas donde estaban», advierte la regidora, pidiendo «responsabilidad».

Aún a falta de evaluar el daño real que han sufrido los cimientos, el aspecto que presenta desde este pasado lunes uno de los pilares principales del Puente Viejo hace temer lo peor. Tanto desde Obras Públicas como desde el Ayuntamiento no se adelanta ninguna valoración, puesto que hasta que no disminuya el nivel del agua, no se puede evaluar hasta qué punto ha quedado comprometido. Serán los técnicos los que, en cuanto baje el cauce, determinen en qué situación ha quedado la estructura para, después, por parte de la Consejería, proceder a su reparación y consolidación «por la vía de emergencia».

«Necesitamos obtener una radiografía exacta de cómo están los cimientos y, de momento, el agua no nos lo permite», aseguraron fuentes del departamento dirigido por José Luis Gochicoa, que también explicaron que, una vez testeada la estructura, se actuará sobre el puente con la mayor inmediatez posible.

El Puente Viejo es una de las nueve maravillas patrimoniales de Piélagos y, sin duda, uno de los principales emblemas para los vecinos de Oruña y Puente Arce. Su construcción data de 1585, se compone de cinco arcos de medio punto de sillería y un valor patrimonial de relevancia que hizo que en 1984 adquiriera la categoría de Bien de Interés Cultural (BIC).

Por todo ello, y porque a día de hoy sigue siendo uno de los lugares más transitados del municipio, se redactó un proyecto para proceder a la rehabilitación del puente y la reordenación de la zona, que la Consejería de Obras Públicas del Ejecutivo regional estaba a punto de ejecutar. Pero dicho proyecto llevaba en los despachos varios años, pues fue en 2017 cuando lo anunció el entonces consejero de Obras Públicas y Vivienda, José María Mazón, en una visita oficial que realizó a la zona, y en la que también avanzó que uno de los aspectos que contemplaba la actuación era la peatonalización de la carretera existente en su plataforma, perteneciente a la Red Autonómica de Carreteras.

Este proyecto, según aseguró la alcaldesa, también requiere de la participación de Patrimonio al tratarse de un bien catalogado y era el informe que faltaba para proceder a la ejecución de los trabajos, que ya estaban licitados por el Gobierno cántabro. Un periplo burocrático que ha dilatado la ejecución del proyecto.

Sin embargo, ahora, tras los daños que han causado las inundaciones sobre la estructura y ante un posible riesgo de derrumbe, los trámites se acelerarán, ya que, como afirman desde el Ejecutivo, se actuará por la vía de emergencia.

Debido a los años transcurridos desde que se anunciara la rehabilitación hasta ahora, desde la oposición se ha venido solicitando en reiteradas ocasiones la puesta en marcha de los trabajos. El último requerimiento, el de la Junta Vecinal de Oruña, que solicitó en enero de este año el arreglo y acondicionamiento del Puente Viejo, «debido a su mal estado». También en el Parlamento de Cantabria se ha tratado este asunto en varias ocasiones.