Liencres pasado por fuego

Con motivo de la celebración del veinte aniversario del descubrimiento de la cueva de Las Penas, en Mortera, el Ayuntamiento de Piélagos celebrará el sábado y el domingo una recreación de un campamento visigodo en la plaza Adolfo Suárez de Liencres. Allí estará José Gómez Béjar, uno de los pocos expertos nacionales en arqueología que reproduce armas antiguas.

«Siempre me han gustado los trabajos manuales y la historia. En la herrería puedo fusionar ambos», asegura. Desde bien pequeño ya comenzó a estudiar madera en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid. «Aunque estaba cómodo con la madera, el hierro también me interesaba y en cuanto lo probé, me enganchó», confiesa. El mayor problema al que tiene que hacer frente Gómez Béjar es que «el hierro en nuestro planeta no está en estado natural, solo se encuentra si proviene de un meteorito», así que, actualmente, está experimentando con la técnica de la reducción para conseguir extraer hierro directamente de un mineral con el objetivo de «conseguir un material más laminado y con más escoriaciones». Él se define como «un experto en la forja del hierro», es decir, en el modelado del elemento, ya que confiesa que lo que más le gusta de su trabajo es «poder darle vida a un material inerte». No tiene una figura predilecta por encima de otras, así confiesa que «mi figura favorita es la última que he hecho».

La herrería, que tiene su origen en el año 750 antes de Cristo, durante la Edad del Hierro, ha evolucionado en muchos aspectos. Como dice Gómez Béjar, «ha incluido ciertos sistemas que consiguen un mayor laminado». Pero, «las herramientas siguen siendo las mismas desde el siglo I». Para él, esta es una de las cosas más bonitas: «Utilizamos el mismo utillaje que se usaba en tiempos romanos: los martillos y las tenazas son similares».

Sus mayores intereses en el mundo de la herrería son «la fabricación de cuchillería y el armamento en planos históricos», lo que le hace disfrutar de su trabajo como el primer día. Aunque actualmente, sí que se puede vivir del oficio de herrero, (tiene un taller dónde hace piezas por encargo e imparte clases), él personalmente, cree que «sin pasión e intereses personales fuera del dinero no seguiría en esto».

Confiesa que el oficio de herrero «está más reconocido en otros países europeos ya que destinan más dinero y hay más infraestructuras», pero que se lleven a cabo campamentos como el de este fin de semana en Liencres ayuda a que «no se pierdan estas civilizaciones y que la gente conozca su historia». Si se acercan al puesto de Gómez Béjar, podrán encontrar «una pequeña forja itinerante, donde podrán descubrir cómo eran los fuelles (dispositivo mecánico cuya función es la de expeler aire con cierta presión y dirección para avivar el fuego de la fragua) y las herramientas de la época». Y, a parte de hacer una demostración de cómo era y sigue siendo, busca el contacto directo con la gente, «charlar con ellos, que me pregunten y explicarles». Así mismo, confiesa que este tipo de campamentos son una buena manera de «acercarse a la historia de otra forma más alejada de los museos que, a veces, pueden ser un poco sobrios. Es bonito ver cómo funcionaba en su momento, no cómo lo hemos conseguido conservar hasta ahora».

Esta actividad de carácter cultural y educativa organizada por el Ayuntamiento de Piélagos tiene como objetivo recrear la vida y costumbres de los visigodos, pueblo que habitó la Península ibérica entre los siglos V y VIII a partir de la exposición permanente de armas, textiles y enseres de la vida cotidiana. De igual manera, se incluirán una gran variedad de actividades y talleres artesanales de oficios con charlas desarrollados por la Asociación Clan del Cuervo. Finalmente, habrá un encendido de fuego el sábado a las 11.30, 13.30, 17.00 y 19.00 horas.

Gómez Béjar forma parte del Clan del Cuervo. Esta asociación sin ánimo de lucro tiene como objetivo «enseñar cómo se trabajaba el material antiguamente ya que, hoy en día, el oficio está desapareciendo poco a poco». Con una antigüedad de 21 años, la asociación recorre Cantabria mostrando cómo se vivía en la Alta Edad Media, es decir, hacen una recreación histórica de cómo era la vida en esta época sin dejarse ningún cabo suelto: ropas, comida, trabajos, costumbres...

El experto afirma que, aunque piensa que cada vez hay más personas interesadas en la herrería, «mucha gente lo sigue viendo como algo anecdótico. Sigo escuchando cosas al estilo de: ¡mira el único herrero que queda en el pueblo!» y la finalidad del Clan del Cuervo es «acercar este oficio manual a la sociedad para que así nos tome en serio, para mostrar que seguimos existiendo y que es un trabajo como otro cualquiera». Aunque sea un trabajo en el que es posible que corras riesgos, ya que estás expuesto al fuego continuamente, Gómez Béjar sentencia, sin rodeos, que «para mí la forja ha sido una forma muy bonita de ganarme la vida, algo de lo que puedo seguir aprendiendo día a día».

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