Medio Ambiente realiza una tala controlada en el pinar del Parque de las Dunas de Liencres

Según indicaron este jueves fuentes del Gobierno de Cantabria, la tala tiene por objeto la limpieza de la zona y la depuración de aquellos árboles que podrían suponer un peligro. Se trata, por tanto, de una labor «necesaria» que se realiza cada cierto tiempo y de la que en este caso se está ocupando la empresa Tragsa.

Los trabajos fueron iniciados y notificados ayer a la Junta Vecinal, propietaria de los terrenos, que emitió por la tarde un bando para informar a los vecinos sobre el inicio de la tala y que podrán optar a la madera resultante de dicha actuación. Y es que, cada vez que la limpieza de la zona se lleva a cabo, son los vecinos de la localidad quienes tienen preferencia a la hora de hacerse con el excedente que resulte.

Los trabajos de limpieza vienen siendo habituales en la zona, según indicaron ayer fuentes del Gobierno de Cantabria. El pinar, que fue sembrado en la década de los cuarenta, precisa de talas programadas cada cierto tiempo para mantener el estado de conservación del entorno, incluido en el Parque Natural Dunas de Liencres que gestiona el Patronato.

Así, en cada campaña de tala, se da la opción a los vecinos de Liencres de hacerse con la madera resultante, ya que los terrenos son propiedad de la Junta Vecinal. En este sentido, el alcalde pedáneo, José Manuel Portilla, indicó que son los residentes en la localidad quienes «tienen prioridad». Sin embargo, lamentó que se haya avisado de la tala con «tan poca antelación».

Por ello, la Junta Vecinal ha emitido un bando para informar a los vecinos de la tala y de la posibilidad que tienen para poder optar a la madera, que en la mayoría de las ocasiones es utilizada para leña. «Una vez acaben los trabajos, se establecerá un punto de recogida en el que los vecinos que lo deseen podrán llevarse la madera talada», explicó.

La creación del Parque Natural de las Dunas de Liencres, a finales de 1986, constituyó una zona de protección de 194,55 hectáreas. donde se incluían las playas de Valdearenas y Canallave. Después, en 2004, se sumó el estuario del Pas -creció hasta las 544,21 hectáreas- y tras la entrada en vigor del Pan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) de las Dunas de Liencres, Estuario del Pas y Costa Quebrada, ese suelo a preservar ha crecido hasta las 1.753,24 hectáreas. Una extensión nueve veces superior.