La obra del parque de Mortera sigue sin avances un año después de adjudicarse

Lo que debería haber sido la ejecución reglamentaria de un nuevo parque, con elementos de fitness novedosos, traídos del norte de Europa, se ha convertido en un quebradero de cabeza para el Ayuntamiento de Piélagos. Primero, porque la empresa adjudicataria tuvo que desistir del contrato al argumentar que la subida de precios de los materiales hacían inviable el proyecto en los términos en los que se comprometió a desarrollarse. Aquello motivó que se tuviera que abrir un nuevo procedimiento para ajustar los costes. Tras ese primer retraso, vino el segundo. En este caso, la razón que se apuntó es que el fabricante de los aparatos de fitness no terminaba de hacer su entrega. Si bien durante un tiempo sí que se llegó a ver mobiliario instalado, un buen día desapareció, y la imagen del emplazamiento, marcado por los restos de lo que iba a ser su nuevo suelo, no hace más que deteriorarse, para disgusto de los vecinos de la zona que ven pasar los días sin poder hacer uso de este espacio público.

La alcaldesa de Piélagos, Verónica Samperio, aseguró que el Ayuntamiento es consciente de la situación y que el estado de las obras no solo han sido objeto de una inspección, sino de un requerimiento específico a la adjudicataria para que reinicie cuanto antes los trabajos. De hecho, la demora del inicio de las obras y sus consecuencias ya han sido recogidos en un informe de la arquitecta en el que se detalla un orden cronológico de los hechos, de las razones esgrimidas por la empresa y del compromiso adquirido por ésta. Así, tras la adjudicación de la instalación deportiva al aire libre el pasado mes de septiembre, se iniciaron las obras, pero en abril la empresa desistió del contrato de obra tras alegar «imposibilidad de cumplimiento por la demora en el transporte y suministro de materiales».

El Ayuntamiento, entonces, conforme a un informe jurídico, resolvió un nuevo contrato con ese reajuste de precios y plazos que se adjudicó el 30 de mayo. Pero cuando parecía que ya todo seguiría su curso, surgió el segundo retraso, en este caso, por el incumplimiento del plazo de entrega por parte del fabricante de los aparatos de fitness.