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Los estudiantes de Boo de Piélagos, Mortera y Liencres que cursan enseñanzas no obligatorias en tres centros educativos diferentes de Santander reclaman un servicio de transporte que se adapte a sus horarios. Los alumnos -a los que se suman también los universitarios- se ven obligados ... a emplear un vehículo privado para acudir a sus clases, ya que los horarios de los trenes y autobuses disponibles no cubren sus necesidades y al cursar estudios superiores no tienen derecho a transporte escolar, según establece la normativa. La situación ha sido puesta en conocimiento del alcalde, Carlos Caramés, en la reunión mantenida con las familias afectadas, a la que también acudieron representantes de las Mesas de Movilidad de Cantabria.
Caramés responderá a la petición de los vecinos mediante la puesta en marcha de «un proyecto piloto» elaborado en base a sus propuestas, que deberán ser presentadas antes del 15 de febrero. «Las familias tendrán que facilitarnos un dossier en el que se especifique el número de alumnos que necesitan transporte, los lugares de origen y los destinos (el IES Torres Quevedo, El Alisa, Cantabria y Campus de las Llamas)». Consciente de que el transporte escolar no es una competencia municipal, Caramés ha aclarado que «una vez disponga de los datos requeridos, hablaré con intervención para ver si es viable que el Ayuntamiento contrate una prueba piloto, con el fin de constatar la eficacia del servicio». En caso de que funcionara, el siguiente pasó tendrá que darlo con la ayuda de la Consejería de Educación, «conocedora de la situación».
El regidor ha aprovechado para recordar que «Piélagos necesita un instituto en la zona norte, ya que los alumnos de estos tres núcleos tienen que acudir a tres centros educativos diferentes en la capital». El alcalde le ha habló de ésta y otras necesidades del municipio al director general de Transporte, Pablo Herrán, en el encuentro mantenido hace unos días. Desde la Consejería se ha dado continuidad al plan elaborado en la anterior legislatura para cubrir las necesidades de transporte de los alumnos en los núcleos rurales. La intención del Ejecutivo es ir avanzando hacia los municipios de mayor población, de manera que las familias puedan delegar el traslado de sus hijos -muchos de ellos menores de edad- a los centros educativos.
Desde los colectivos de movilidad han hecho además extensible este problema al transporte público de la localidad en general, cuyas carencias «dificultan tanto la movilidad dentro del municipio como el acceso a los puestos de trabajo en la capital», han explicado. Los representantes de este ámbito en Cantabria consideran importante la predisposición de los políticos, pero esperan «haya solución antes de tomar otra serie de medidas». Los problemas, alegan, «se resolverían con la creación por parte del Gobierno de Cantabria de un Consorcio de Transportes , como ya tienen desde hace años otras comunidades limítrofes como Asturias o País Vasco».
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