El Puente Viejo de Arce recuperará el tránsito de vehículos ligeros y será de sentido único

El consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, aseguró a El Diario Montañés que los trabajos de emergencia iniciados por su departamento para evitar que la estructura se derrumbara tras los daños sufridos con las últimas inundaciones «están prácticamente a punto de concluir». De hecho, la previsión de su departamento es que puedan estar acabados en enero. Concretamente, en principio, para las primeras semanas del mes.

Las tareas que ahora están a punto de terminar se pusieron en marcha por la Consejería de Obras Públicas por la vía de emergencia, con una inversión que finalmente rozó el millón de euros. El objeto de los mismas no era otro que garantizar la estabilidad de la estructura, que había quedado herida de muerte tras las inundaciones de noviembre del pasado año.

La fuerza que cobró el río Pas provocó que el tajamar principal de la estructura acabara arrastrado por la corriente y su pérdida desenvocó en un mayor agrietamiento que comprometió seriamente la estabilidad del puente viejo. El Ejecutivo cántabro detectó daños importantes e inició el proyecto de reparación por la vía de emergencia. Pero, una vez iniciadas las obras, fue necesario reajustar el proyecto y hacer un análisis más exhaustivo, porque resultó que los daños eran aún mayores y había que adoptar otras medidas. «Llegamos a tiempo», aseguró en su momento el consejero.

Ahora, tras meses de trabajo, los operarios se encuentran ultimando la fase final del proyecto, que corresponde a las labores de afianzamiento para garantizar que, una vez se reabra el puente al tránsito peatonal y sobre todo de vehículos, no sufra deterioros. Y cuando eso llegue habrá algunas diferencias respecto a la circulación anterior.

Por un lado, los vehículos podrán circular, pero solo aquellos considerados ligeros. Esto es, fuera quedan los de gran tonelaje, como autobuses y camiones, que tendrán prohibido el paso. Además, se perderá el doble sentido sobre el puente y quedará limitado a sentido único.

Según expresó el consejero, se trata de ir dando prioridad al peatón e ir adoptando medidas más respetuosas y compatibles para con la estructura y su conservación. Esto es, se mantiene la idea de semipeatonalización -y se empiezan a aplicar algunas medidas-, pero la de eliminar la circulación de vehículos sigue ahí, aunque quedará pendiente para un estudio más concienzudo con Patrimonio Cultural. La intención es que la medida que se adopte sea «consensuada» entre los distintos organismos.

En este sentido, Gochicoa confirmó que la apuesta de la Consejería de Obras Públicas es preservar lo máximo posible el patrimonio y la protección de puentes históricos como el que une Oruña y Arce. Esto es, la pretensión es que se toque «lo mínimo posible» y adoptar medidas que vayan en favor del peatón y no del tráfico rodado.

De momento, con la finalización de las obras se aplicarán las primeras acciones. Existen otras alternativas a la circulación que se restringirá, que están próximas al puente y son más adecuadas. Por ello, tanto la eliminación del doble sentido como la del paso de vehículos de gran tonelaje son factibles sin mayor dilación. «El sentido único es más compatible con esa idea de semipeatonalización que queremos ir desarrollando para favorecer una conservación a largo plazo y dar prioridad al peatón», apostilló Gochicoa.

El departamento de Obras Públicas procederá, además, a instalar señalización para advertir a conductores que sólo podrá circularse en un único sentido y que queda prohibido el paso para autobuses y vehículos de gran tonelaje.