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Ana Michelena posa en su casa junto a sus nietas Lola, Luna y Cayetana Foto: Roberto Ruiz / Vídeo: Juanjo Santamaria

Quijano: el espectáculo de la Navidad está en sus casas

Esta localidad de Piélagos se ha convertido en un referente en la moda de la superdecoración navideña de viviendas unifamiliares de toda la región

SHEILA IZQUIERDO

Quijano

Domingo, 19 de diciembre 2021, 07:47

Ubicación? «Está en Quijano, pasando la clínica veterinaria. Sabréis cuál es: ¡Vais a flipar!». Esas son las indicaciones que da Francisco Cano, el electricista de Parbayón, para llegar a la casa de Ana Michelena. No exagera porque, efectivamente, no hace falta Google Maps. La decoración de esta vivienda es un estallido de color y de luz. Desde fuera, hasta donde alcanza la vista, todo es Navidad. En superlativo. Con gusto de catálogo. Y los villancicos de Manolo Escobar de fondo, que también contribuyen a detener el paso, quedarse boquiabierto y disfrutar de una escena embriagadora que no parece real. No hay un pasen y vean. Solo lo segundo, porque la prudencia manda. Pero esta casa convertida en espectáculo es digna de ver. Y gratis.

La de Ana es una de las viviendas unifamiliares de la localidad de Quijano, en Piélagos, donde la superdecoración se ha puesto de moda entre los vecinos. Tanto, que si hubiera premio a la foto de la Navidad en Cantabria, sin duda sería para cualquiera de ellos. «Yo no creo que tenga tantas luces en mi casa como las que pone un Ayuntamiento, pero sí me gustaría llegar al nivel de Vigo. Quizá. ¡Quién sabe dentro de diez años!». Lo dice con cierta 'guasa' Ana Michelena, que en lo que sí se compara con el alcalde del municipio gallego es en su pasión por la Navidad. «A mí me encanta esta fecha. Es magia. La vivo muy intensamente y creo que cada uno la tiene que vivir como pueda y como quiera», añade la mujer.

Ella es la principal artífice de cada uno de los detalles -y parecen infinitos- que lucen fuera de la casa y también, dentro. Cada rincón está perfectamente estudiado. Decorado. Iluminado. En el jardín, todas las ramas de los árboles, arbustos y elementos son de colores; el tejado está forrado de guirnaldas; hay elementos que aparecen como de repente, como las piruletas hechas con los tubos para flotar mejor en la piscina. Y otros, difíciles de esquivar, como la bola gigante de color dorado -recuerda a la de la plaza de algún Ayuntamiento- y el coche luminoso, réplica de un escarabajo y preparado para tomar asiento y simular que uno conduce el automóvil de la ilusión. «Aquí, en el exterior, habrá unas 24.000 bombillas... Dentro, no te puedo decir. Sólo sé que una guirnalda lleva casi 4.000 y tengo una pila de ellas», explica Ana.

Imagen. José Luis Mantecón posa en el jardín de su casa que ha decorado él mismo apostando por la diversidad de colores

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Imagen. José Luis Mantecón posa en el jardín de su casa que ha decorado él mismo apostando por la diversidad de colores Roberto Ruiz

«Pero pasad, pasad dentro». La mujer abre las puertas de su casa porque sabe que, lo mejor, está ahí. En el pasillo, donde uno se siente como dentro del catálogo de productos navideños; en el hall, donde hay infinidad de cajas envueltas a modo de regalos y un extraordinario vestido en su maniquí hecho de plumas negras y bolas de Navidad. «Lo hacemos en su mayoría todo nosotras». Ana cita a su nuera, Aroa, su mejor aliada en la familia y con la que retroalimenta su creatividad. Ambas empiezan a comienzos de octubre a planificar y, a menudo, la inspiración les llega desde Pinterest, la red social por excelencia del 'hágalo usted mismo'.

En el municipio, en lo que a decoración de viviendas se refiere, todos se conocen. Ana entabló amistad con Francisco precisamente a raíz de que éste se hiciera popular por la espectacular decoración que instalaba en su casa de Parbayón. En su caso, lo más parecido a ir a ver un espectáculo: ofrecía varias sesiones al día y había colas de gente a la puerta esperando que diera comienzo el show. Solo faltaba cobrar entrada. «No. Eso no. Que entonces perdería el encanto», añade Francisco, al que dentro y fuera del municipio se le conoce como 'el electricista de Parbayón'. «El último año, llegaban a reunirse quinientas personas», asegura el hombre, confesando que eso es, precisamente, lo más grato de esta afición.

Sin embargo, la pandemia también ha causado estragos aquí y, el de Parbayón ha tenido que prescindir, por segundo año consecutivo de la decoración en su casa. «No me podía arriesgar. Ya el año pasado no era recomendable por el covid y la cantidad de gente que se concentraba. Y este año, decidí no hacerlo en agosto, cuando las cosas no estaban tan mal como ahora. Y me alegro».

Tal es la afición entre los vecinos del municipio que el Ayuntamiento de Piélagos lleva impulsando desde hace años un concurso de iluminación de viviendas, que el año pasado ganó José Luis Mantecón, un vecino de Quijano. «Yo que pasé muchos años viviendo en Francia y volviendo solo por Navidad, tengo estas fechas marcadas. A mí me encantan y por eso disfruto si la gente viene a mi casa y hace fotos».

Pero claro, la pregunta del millón: ¿Es rentable con la subida de la luz? Todos coinciden. «No hemos notado la diferencia». «Si acaso, 30 euros de más», añade José Luis, para quien lo realmente caro es montarlo. Incalculable.

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