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El edificio donde se ubica el consultorio de Boo de Piélagos, que fue clausurado hace más de un mes después de que el suelo se hundiera varios centímetros, ha sufrido un nuevo colapso. En esta ocasión, ya sin actividad en el interior, se ha desplomado el suelo de las salas donde antes se encontraban los servicios médicos y de enfermería. Precisamente, porque se encontraba precintado desde comienzos del mes de mayo, no ha habido que lamentar daños personales, más allá de lo material.
Este mismo miércoles, coincidiendo con el acondicionamiento de los módulos que el Ayuntamiento de Piélagos ha instalado en el jardín del consultorio para establecer provisionalmente los servicios médicos, el personal sanitario se ha encontrado con esta desagradable sorpresa cuando accedía al interior del inmueble. El alcalde de Piélagos, Carlos Caramés, ha explicado que el hundimiento del suelo «ya se veía venir y gracias al aviso del personal de enfermería, pudimos en su momento, desalojar y precintar el consultorio».
Caramés ha recordado que la instalación, además de a centro de salud, se destinaba a las actividades que realizan las asociaciones de vecinos de la zona. El alcalde ha asegurado que los módulos donde se trasladarán provisionalmente las consultas del médico y de la enfermera mientras el edificio permanezca cerrado y a la espera de una reforma, podrían comenzar a funcionar la próxima semana. Incluso «el mismo lunes». En este espacio provisional, que cuenta con una entrada accesible, «dispensaremos todos los servicios que se prestaban», ha aclarado el regidor.
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