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«Mamá... ¡Mira ahí...! ¡Y allí! ¡Me gusta todo!». Cuesta entenderle. Tiene esa lengua de trapo propia de sus tres años de edad. Pero su emoción es tan desbordante que arranca sonrisas entre los adultos que coinciden con él en el vagón -su madre traduce ... de vez en cuando-. De hecho, el pequeño Héctor acaba contagiando al resto de viajeros, que terminan alzando la mano y saludando a quienes observan desde la acera. Y así se convierte, sin saberlo, en el mejor baremo para calibrar si esto de poner un tren de viajeros desde Renedo a Quijano funciona. Desde luego, con la mirada de un niño de 3 años, villancicos en bucle e iluminación, cuesta no ver a alguien desde la acera con cara de asombro, móvil en mano o devolviendo el saludo. Un éxito. Es el nuevo medio de transporte que llevará cada tarde, de 17.00 a 22.00 horas, hasta el 5 de enero, desde el aparcamiento municipal de Luis de la Concha a uno de los pueblos de la Navidad en Cantabria. Quijano, con sus 35 casas decoradas, ya compite por su atractivo con Santillana del Mar o Cartes.
Ayer, el 'trenecito' de Piélagos -al que la mayoría se refiere como 'magdaleno' en una inevitable asociación con el de Santander- se puso en marcha. No solo tiene el cometido de servir de medio de transporte entre ambas localidades y conseguir, así, que los que quieran disfrutar del espectacular itinerario de viviendas decoradas en torno a la Navidad dejen el coche, se suban a bordo y se limiten a disfrutar. Sin agobios ni aglomeraciones de vehículos. También pretende desatascar Quijano y aprovechar la afluencia de visitantes en Renedo, donde los comercios y establecimientos tienen expectativas de generar algo más de actividad.
En su primera jornada, el nuevo tren fue ayer bien acogido desde primera hora. Tiene capacidad para 52 personas en cada viaje y en su primer recorrido ya dejaba gente en tierra, guardando cola hasta el siguiente trayecto.
La lluvia, no demasiado intensa pero sí presente, no mermó el interés por llegar a Quijano, así que el paraguas y la bufanda fueron también otros grandes protagonistas de la tarde. Coincidía, además, que una hora después se celebraba el Belén Viviente, este año representado por cerca de un centenar de vecinos, con las clásicas escenas de la llegada del Niño Jesús y su adoración. Burros y camellos de verdad incluidos. Una actividad que atrae año a año a centenares de curiosos por un recorrido por el pueblo de Quijano que concluye con el reparto de sopa caliente y chocolate entre los asistentes.
El alcalde de Piélagos, Carlos Caramés, que estrenó ayer el tren junto a la consejera de Inclusión Social, Juventud y Familias, Begoña Gómez, aprovechó la visita al Belén Viviente para enseñarla la decoración que este año luce Quijano. Y no dejó de hacer gala de un pueblo que, dijo, nada tiene que envidiar a Cartes o incluso a Vigo. «No me digas que no es bonito Quijano», le decía Caramés a la consejera con una seguridad difícil de contradecir. «Lo es, sin duda. Y me ha sorprendido mucho tanta creatividad», contestaba Gómez después de haber visitado 'La pastelería de Ana' -como se denomina este año a la casa de revista de Ana Michelena- o 'La fábrica de juguetes'. «Es que parece que estemos en una película americana navideña», comentaba una acompañante, también sorprendida por lo que se encontraba. Y es fácil no perdérselo. Con un tren que ayuda en el desplazamiento y cartelería por todo el pueblo que indica dónde queda cada casa.
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