El alumnado de Meruelo da una lección de solidaridad

El alumnado del instituto San Miguel de Meruelo ha dado una lección de solidaridad. Los estudiantes del centro, junto al profesorado y los padres, han participado en una campaña a favor de Cáritas Santoña recaudando un montante de 720,16 euros. Esta semana han hecho entrega del donativo a los representantes de Cáritas, que destinarán el dinero a la atención de las personas necesitadas del municipio

Los departamentos de Religión y Valores Éticos del instituto de Meruelo han promovido una nueva edición de esta campaña solidaria que, tradicionalmente, organizaba el profesor de religión y cura, José Ramón Ocejo, recientemente jubilado. Su testigo en esta iniciativa lo ha tomado, Joaquín Cagigas, también docente de religión, que ha querido involucrar este año a toda la comunidad educativa del centro.

“Antes de la pandemia, la campaña se denominaba 'Operación Kilo' y el alumnado contribuía aportando alimentos. Como ahora no es posible esta acción, para evitar en la medida de lo posible el contacto, se ha animado a participación donando como mínimo un euro”, ha contado el profesor.

La iniciativa se ha desarrollado del 7 al 31 de marzo. El llamamiento se ha saldado con una gran respuesta colaborando tanto alumnos de todos los cursos como profesores, además de las propias familias. El objetivo, ha explicado Cagigas, es “sensibilizar a los escolares e integrar en ellos sentimientos como la compasión y la caridad de cara a ayudar a familias desfavorecidas y personas en paro cercanas a su entorno".

Los estudiantes han contribuido aportando cada uno la cantidad económica que ha considerado. “Lo importante era que participaran no tanto con el dinero que les den sus familias sino con el suyo, haciendo un pequeño esfuerzo y quitándose de algún capricho para valorar lo que cuesta”. En total, se ha recaudado 720 euros, casi el doble que el curso pasado.

La entrega del importe se ha materializado este pasado jueves en el local de la parroquia de Santoña. Al acto, han acudido por parte del instituto, Cagigas junto a dos estudiantes, Diego Ricondo (1ºBachiller) y Ailen Quintana (3º de la ESO). Por parte de Cáritas local, han asistido su coordinador, José Francisco Rodríguez Seco, y la voluntaria, Ana Navarro.

Los dos alumnos presentes han valorado positivamente esta campaña con la que “hemos aprendido a ser generosos”. “Mucha veces con solo un euro del bocata podemos ayudar a mucha personas necesitadas y llegar al corazón”.

El coordinador de Cáritas agradeció el gesto del centro educativo que es “muy bueno” de cara a “enseñar a los chavales el camino de la solidaridad”. Y es que más que la cantidad del donativo, “valoramos el detalle y la implicación de profesores, alumnos y padres”.

Además, Seco ha contado que integrantes de Cáritas han acudido dos jornadas al instituto para impartir unas charlas sobre la labor que realizan a las clases de 3º y 4ºde la ESO, resultando una experiencia enriquecedora. "Se han mostrado muy receptivos participando y planteando muchas preguntas. El año que viene queremos volver y extender la actividad a más cursos".

La labor de Cáritas Diócesana resulta vital para ayudar a las personas en situación desfavorecida en Cantabria. En el caso de Cáritas Santoña, el equipo de voluntarios presta apoyo en estos tiempos a una media de unas 50 familias. “A raíz de la pandemia más de la mitad de las personas que acuden son de América Latina. En algunas casos son personas que están en España en situación irregular y tenían trabajo en el sector de la hostelería pero con el covid se han quedado en una situación más delicada y tiene problemas para subsistir”. Ante esta situación, solicitan el auxilio de Cáritas, que en les ayuda en todo lo posible.

Desde el pasado octubre, el colectivo ha recuperado la atención presencial en los bajos de la parroquia. Atienden los jueves por la tarde con cita previa. Los voluntarios dedican unos minutos a escuchar a las familias y ver la situación en la que se encuentran, disponiendo de varias vías de ayuda.

Para la alimentación entregan unos vales que los beneficiarios canjean en un supermercado local. Igualmente, prestan apoyo, vía transferencia, con el pago de facturas de servicios básicos como la luz, el agua o el gas . En caso necesario, también les sufragan la compra de medicamentos, bombonas de butano, el transporte escolar o el desplazamiento a hospitales. Para la ropa, les ponen en contacto con Koopera, la tienda textil que Cáritas tiene abierta en Santander.

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