Los alumnos de la escuela de cantería de Noja restauran la Casona del Carmen

El Consistorio les ha hecho un importante encargo: restaurar la sillería de la fachada principal y del interior de la Casona del Carmen. Un inmueble de tradición clasicista construido en 1735 por Juan Antonio Cabanzo y de la Gándara y Josefa de Assas Venero. La instalación, que lleva décadas en desuso, se encuentra en avanzado estado de deterioro y requerirá de una reforma integral para llegar a abrir sus puertas.

Los diez aprendices de canteros, guiados por su profesor Daniel Vera, han sido los primeros en poner su «grano de arena» para ese futuro renacer. A mediados de febrero entraron a trabajar en la casona para aplicar los conocimientos adquiridos. «Lo primero que hicimos fue limpiar y adecuar la zona de actuación», indica el docente. Al llevar cerrado el edificio tanto tiempo y con la cubierta deteriorada, han tenido que retirar toda la maleza que cubría las escaleras de acceso a la primera planta. En el interior, explica Vera, «se ha limpiado toda la sillería de puertas y ventanas a mano, se han picado las juntas y se han rejunteado para su consolidación». Una tarea que están repitiendo estos días en el exterior de la fachada principal y en el pórtico, incluyendo arcos y molduras.

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También han actuado en algunos dinteles que presentaban grafitis. «Han saneado la piedra repicando otra vez a mano. Se ha quitado una pequeña capa superficial manteniendo la textura». Lo que no han tocado son los escudos heráldicos de la fachada, al tratarse de piezas protegidas. «Lo que hemos hecho es un lavado de cara de la casona centrado en la limpieza y consolidación de las piedras que, por el paso del tiempo, estaban ennegrecidas». El cambio en las partes donde ya han intervenido es más que notable, luciendo una renovada imagen.

Tanto el profesor como la coordinadora del programa, Oxana Postu, destacan que los alumnos «se están desenvolviendo bien en el campo de trabajo y se están implicando en las tareas». Un buen ejemplo es Samuel García, de 25 años, que asegura que «le está gustando mucho este proyecto». Cuando finalice en septiembre, quiere buscar un empleo en el sector. «Estos meses hemos hecho un poco de todo y en la casona el trabajo es bastante ameno». Dice que es un «orgullo» dejar «nuestra huella en Noja». Y es que además de restaurar la casona, también han tallado monolitos de piedra del Camino de Santiago, que se han instalado en distintos puntos del municipio, han recuperado el muro de la iglesia y el muro del parque de Velasco, la torre de piedra en la plaza de la Villa, y una antigua fuente.

La alcaldesa, Mireia Maza, pone en valor todo este trabajo «no solo por su calidad, sino por el impacto positivo que tiene en la conservación del patrimonio de Noja». Recuerda que poner en marcha esta formación de 'Obras de artesanía y restauración en piedra natural' fue complejo debido a los requisitos técnicos tan específicos que exigía, pero «creíamos en su potencial como oportunidad de empleo, ya que se trata de un oficio tradicional en vías de desaparición, que necesita de nuevas vocaciones». La Escuela de Talento Joven de Noja cuenta con una subvención 615.970 euros del Servicio Cántabro de Empleo e incluye otro certificado de atención sociosanitaria a personas dependientes con diez alumnos.