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Cuando el cantante Antonio Orozco recibió la llamada de la Cofradía de la Anchoa de Cantabria para proponerle formar parte del colectivo gastronómico en calidad de Cofrade de Honor se sintió «honrado» y algo «abrumado». Tanto, que desde el primer instante, tuvo claro que « ... era inevitable estar hoy aquí con ustedes». El artista, sobre las tablas del Teatro Casino Liceo de Santoña, ha confesado su orgullo al recibir tal distinción. «Si mi padre, que ya no está con nosotros, me viese aquí, estaría cien veces más orgulloso de que yo lleve colgada esta banda de cofrade que de cualquier Grammy que me pudiese llevar».
Con la sonrisa dibujada en el rostro, el compositor catalán, que ha vendido más de un millón y medio de discos a lo largo de su carrera, ha jurado «dar a conocer y exaltar la anchoa como producto de calidad y sus formas de consumo». Una tarea que no se le plantea complicada al nuevo Cofrade de Honor porque hablar de la anchoa, ha dicho, es «hablar de buen gusto, de buenos momentos y sobre todo, de vida».
El autor de temas como 'Devuélveme la vida' o 'Mi héroe' – ha sonado esta canción cuando subió al escenario – ha tenido palabras de reconocimiento para los marineros que «cada madrugada, cuando sale el sol y cuando se pone, van a la mar a buscar esta obra de arte, este manjar, para que luego nosotros lo podamos degustar en casa». De ahí, que haya abogado por «proteger este tesoro de Cantabria que nos representa a todos los españoles por mundo».
El cantante ha dejado ver en el Liceo que las anchoas le apasionan. Y mucho. Se ha tomado su tiempo para saborear con ganas la que lleva aparejada el juramento, levantando a la vez el vaso de vino en señal de agradecimiento. Y ha redondeado su intervención con la frase de que «una anchoa al día es un motivo de alegría», desatando un sonoro aplauso del público y la mirada cómplice del patrón mayor de la Cofradía de la Anchoa, Tino Sampedro, consciente de que no podían haber elegido a un mejor embajador para el 25 aniversario del Gran Cabildo.
Y es que a Antonio se le ha visto feliz en Santoña – «mi objetivo es devolver a la gente todo lo bonito y hermoso que me han dado en este tiempo» –y los santoñeses se han rendido a su presencia. Dentro y fuera del teatro. Porque el salir del evento, se ha encontrado una abrumadora acogida por parte de cientos de vecinos deseosos de saludarle, fotografiarse con él y pedirle autógrafos. Él ha tenido gestos de cariño para todos. Y, eso, que le ha sido más que complicado abrirse paso – los cofrades han tenido que rodearle y hacer en cierto modo de 'escoltas' – para llegar hasta la Feria de la Anchoa, en la plaza de San Antonio, donde solo ha podido visitar un expositor rodeado de un inmenso gentío.
En la gala del XXV Gran Cabildo se han vivido otros momentos especiales. Como manda la tradición, se ha distinguido a los Cofrades de Mérito, un título que han recogido la exjugadora de baloncesto profesional, Laura Nicholls, y la exministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina. La deportista cántabra, se ha revelado 'fan' de las anchoas, que hasta se las ha llevado «escondidas en la maleta a Juegos Olímpicos». En los de Río de Janeiro (2016) ganó la medalla de plata con la selección nacional. «He quedado muy bien en cenas por todo el mundo con las anchoas», ha apuntado a la par que ha puesto en valor todo el trabajo que llevan detrás y que «no siempre se valora». La expolítica, por su parte, ha calificado de «obra de arte» las anchoas que elaboran las mujeres y degustamos.
A lo largo del acto en el Liceo, que estuvo presidido por el consejero de Turismo, Francisco Javier López Marcano; y los alcaldes de Santoña y de Santander, Sergio Abascal y Gema Igual; respectivamente», se ha rendido un sentido tributo a los 14 integrantes que fundaron la Cofradía de la Anchoa hace 25 años y que han tenido la oportunidad de renovar su juramento con la intención de seguir promocionando esta semiconserva «otros 25 años más». Para esa función contarán con el apoyo de los 18 nuevos cofrades de número que ingresaron ayer en esta familia gastronómica, que también suma un nuevo embajador en Barcelona, Julio Guiu (vicepresidente del área de marketing del Fútbol Club Barcelona) y otro embajador en Sicilia, Nicola Tarantino.
Y mientras todo esto ocurría en el teatro, miles de visitantes pululaban por la Feria de la Anchoa comprando latas en los expositores, contemplando los talleres artesanales de soba y saboreando los bocarte rebozados recién hechos por la Peña Juan de la Cosa. La feria se clausura este domingo con la cata-concurso para elegir la Mejor Anchoa de 2022 y con un homenaje a las mujeres conserveras jubiladas que se han jubilado desde el año 2019.
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