Bárcena de Cicero demolerá el antiguo matadero de Treto

El antiguo matadero municipal de Treto (Bárcena de Cicero) cerró sus puertas hace 15 años. La gran inversión necesaria para modernizar y adaptar las instalaciones a la normativa vigente y las deudas contraídas por la empresa concesionaria en aquel momento condenaron el edificio a su clausura, dejando a la comarca oriental sin este servicio.

Desde entonces, la nave se encuentra abandonada y en avanzado estado de deterioro. En estos últimos años, el inmueble, a pesar de estar vallado, ha sido objeto, en múltiples ocasiones, de robos – han sustraído enseres de fontanería, de iluminación, cables – y de actos vandálicos como pintadas de grafitis y un pequeño incendio el año pasado.

El Ayuntamiento de Bárcena de Cicero ha tomado la determinación de demoler el edificio sacando a licitación los trabajos por un importe de 80.000 euros. La actuación, que se adjudicará en los próximos días y tiene un plazo de ejecución de un mes, contempla el derribo de la totalidad del inmueble conformado por una estructura principal de hormigón–, donde se encontraban las cuadras, salas de despiece y de equipos de frío, cámaras, oficinas... –, los almacenes semiderruidos y una segunda nave anexa a la principal más moderna.

Las obras incluirán un plan de desamiantado para eliminar lo primero el amianto de la parcela. Seguidamente, retirarán las instalaciones existentes en las naves, los elementos metálicos y se vaciará de los enseres que aún haya en el interior. En último término, se echará abajo la estructura de hormigón, dejando una parcela libre de 14.500 metros cuadrados de superficie, para la que el Consistorio estudiará posibles usos, siendo necesaria su recalificación al ser actualmente industrial.

El alcalde, Gumersindo Ranero, recuerda que el matadero dejó de funcionar en 2009, ya que «requería de una inversión municipal de más de un millón de euros para seguir funcionando acorde a la normativa, a lo que se sumaba que la empresa adjudicataria debía mucho dinero al Ayuntamiento. Como no saldó la deuda, se optó por la rescisión del contrato, procediéndose al cierre de la nave». En estos años varias empresas se han interesado por el edificio para otros destinos, pero su distribución como matadero lo ha hecho inviable.

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