Buciero Natura propone un sistema de cita previa por acceder al Faro del Caballo

Han visto con impotencia como los turistas abandonan sin reparo sus residuos, como dañan la imagen de la torre con pintadas y, en no pocas ocasiones, se han convertido en «ángeles de la guarda», prestando los primeros auxilios a visitantes que sufren algún percance e, incluso, han colaborado con el helicóptero del 112 en las evacuaciones más complejas.

Estas y otras muchas experiencias han llevado a Josuco Alonso, al frente de Buciero Natura, a elaborar de forma desinteresada un minucioso proyecto de regulación y control de acceso al Faro del Caballo. El documento se lo ha entregado recientemente al alcalde, Sergio Abascal, y al concejal de Medio Ambiente, Fernando Palacio, para que lo estudien, valoren y realicen las gestiones oportunas con el resto de administraciones implicadas para intentar ponerlo en marcha.

La propuesta, que cuenta con la supervisión de la Dirección General del Medio Natural, surge de la «necesidad» de tomar medidas para solucionar los problemas generados en el faro por la elevada afluencia de visitantes, que se ha disparado aún más a raíz del covid y la preferencia por las actividades al aire libre. «Es preciso realizar actuaciones tanto para cuidar y mantener el entorno como para garantizar la seguridad de los usuarios y evitar accidentes».

La idea que ha plasmado se basa en solicitar cita previa parar acceder a este enclave durante los meses de verano. «No hemos inventado nada. Simplemente nos hemos fijado en cómo se regula el acceso en otras zonas como San Juan de Gaztelugatxe, la playa de Las Catedrales o en reservas naturales como el Valle de Arán o Monte Perdido», explica Alonso.

Con este sistema de gestión se limitará el flujo máximo de personas que acudan cada jornada. La reserva se formalizaría a través de una página web acompañada de un importe simbólico que se destinaría a acometer labores de mantenimiento y a pagar a los trabajadores que se contraten para controlar el acceso. Abonar una pequeña cantidad, a juicio de Alonso, contribuirá a poner en valor el faro y a la vez será un filtro para que «no acudan, por ejemplo, jóvenes a hacer botellones y escuchar música».

En cuanto a la cifra ideal de posibles visitantes en un día, cree que esto lo deberán de determinar en última instancia las autoridades. No obstante, en la propuesta se contempla un turno de mañana con 300 visitantes y un turno de tarde con otros 300. «Sería a un nivel máximo, pero ha habido días con más gente allí». En lo que respecta a los vecinos podrán acceder cuando lo deseen presentando solo el DNI.

Para controlar los accesos recoge que sería necesario la presencia de dos personas en la parte de arriba, justo antes de las escaleras, donde se habilitarán dos casetas construidas con materiales no invasivos, así como cartelería informativa. Además, se aboga por una tercera persona a pie de torre para vigilar que no se acometan imprudencias al lanzarse al mar y que se retiren todos los residuos. Este verano, Buciero Natura ha limpiado voluntariamente la zona, llegando a extraer sacos con «500 kilos de basura acumulada solo en un mes».

Otro aspecto importante que se contempla es dotar al lugar de desfibriladores y de un botiquín para atender curas. También se destaca la necesidad de acometer inversiones con la colocación de nuevas barandillas, la eliminación de pintadas y la renovación del pasamanos. Esta iniciativa ya la han dado a conocer en redes sociales, recibiendo el beneplácito de los vecinos, partidarios de que se tomen medidas en este popular paraje.

Aunque el documento se pueda pulir en algunos flecos, se ha concebido como la base para la futura regulación. Alonso es consciente de que por delante hay un largo camino en el que las administraciones, Ayuntamiento, Gobierno regional y Puertos, tienen que llegar a un punto en común y luego decidir quién va a gestionar el acceso. «Cantur podría hacerse cargo». Tomar medidas para mejorar la situación es primordial, pero «sabemos de la dificultad y más que correr hay que intentar hacer las cosas bien». «Nosotros hemos hecho la propuesta con la intención de colaborar y buscar soluciones para la mejora de las instalaciones, cuidado y mantenimiento de un bien natural como es el Faro del Caballo. Se trata de ofrecer una imagen de calidad, respeto y turismo sostenible para Santoña».