Cantabria en Rosa desata el júbilo de las fiestas de Santoña

Dicen las mujeres de la asociación Cantabria en Rosa que «cuando eres suficientemente valiente», como lo han sido ellas, «la vida te lo compensa de mil maneras». Y, este sábado, lo ha hecho en forma de pregón. Ellas, que surcan la bahía de Santoña dando paladas a bordo de su barco dragón. Que lo mismo peregrinan a Santiago de Compostela, que completan el Camino Jubilar Lebaniego. Ellas, que han mostrado, sin rubores, las cicatrices de su enfermedad, han hecho estallar en júbilo a su pueblo para dar la bienvenida, por todo lo alto, a las fiestas patronales de la Virgen del Puerto.

El corazón de la plaza de San Antonio ha latido hoy más que nunca en rosa. Miles de vecinos han ignorado la amenaza de lluvia – al final no ha caído ni una sola gota – y han arropado con el mayor de los cariños a unas pregoneras, que simbolizan mejor que nadie el espíritu festivo.

En los prolegómenos a subirse al escenario han confesado sentirse algo nerviosas. «Nunca nos imaginábamos que íbamos a dar un pregón». Pero a estas mujeres no se les pone nada por delante. Y han asumido con orgullo un papel que parecía hecho a su medida. Y es que, con sus palabras, han llevado en volandas a un público que se ha emocionado y vibrado con su fuerza, con sus sonrisas, con sus ganas de comerse el mundo. Los vecinos las han recibido con un eterno aplauso, como señal de que no estaban solas en su misión.

Más unidas que nunca, las 22 integrantes de este colectivo, que lucha contra el cáncer de mama, han salido a escena acompañadas por las autoridades políticas, las Manolas y representantes de peñas y colectivos locales. Han tomado la palabra ocho valientes. Mientras, el resto, las han escoltado insuflándolas una voz que, por momentos, se ha quebrado. Antes que nada, han querido presentarse con un video repleto de imágenes de su historia. Han repasado cómo surgió la asociación, cómo se hicieron un hueco en Santoña – y en toda la región – y han mostrado las múltiples actividades que llevan a cabo. Desde charlas hasta bailes de sevillanas. Aunque, por lo que más se les conoce, es por sus entrenamientos en la bahía a bordo de su barco dragón. «Os invitamos a que os acerquéis a conocer esta asociación, en la que nos sentimos parte de una gran familia, en la que todas remamos en la misma dirección», han expresado a la par que resonaban las palmas del gentío.

Ser pregoneras ha sido la mejor oportunidad para agradecer públicamente el apoyo que reciben del Ayuntamiento, las empresas, los comercios y, sobre todo, de la gente «Siempre estáis ahí cuando lo necesitamos. Gracias y mil gracias», han exclamado al viento. Y, desbordadas por la ilusión, han animado al personal a disfrutar de unas fiestas que «para nosotras serán inolvidables». Y han lanzado su particular grito de guerra: «¿Qué somos huevonas? ¡Nooo! ¡Somos dragonas!, al que ha seguido la tan ansiada exclamación de ¡Viva la Virgen del Puerto! y ¡Viva Santoña!, a coro con los asistentes. El cohete ha prendido en ese momento la mecha oficial de los festejos. Las serpentinas blancas y rojas han caído como del cielo.

Los vecinos han sacado sus pañuelos marineros para colocarlos en alto y cantar a pleno pulmón el himno local . «...Ya se oye el baile, la romería a San Antonio van a cantar montañesucas a nuestra virgen pa' que nos libre de la tempestad...». El santoñés Jesús Cuesta Pereda 'Toli' se ha subido a una escalera para anudar el pañuelo a la enorme imagen de la Patrona, creada por él, que ha presidido, desde un lateral, la plaza. La Morenuca fue la primera en lucirlo. Seguido, se lo enfundaron al cuello las miles de almas concentradas. La Virgen del Puerto ya está aquí. ¡Y Santoña está de fiestas!

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