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La Cofradía de Pescadores Virgen del Puerto de Santoña en su apuesta por la sostenibilidad ha instalado 300 paneles solares en la cubierta de uno de sus edificios del puerto para autoabastecerse con la energía eléctrica que generen. La obra, que ha concluido recientemente, ... ha supuesto una inversión de 120.000 euros subvencionados al 50% por la Consejería de Pesca dentro de las ayudas que otorga a la cofradías en materia de eficiencia energética.
El patrón mayor del cabildo local, Miguel Fernández, explicó que las placas fotovoltaicas se han colocado exactamente en la parte del tejado de la nave en la que se encuentra el almacén y lavado de cajas. Se trata de una primera actuación que se completará con una segunda y tercera fase. «El año que viene volveremos a solicitar la ayuda para instalar los paneles en la cubierta de la fábrica de hielo y para 2024 dejaremos la nave de lavado de tinas», detalló Fernández, que tiene claro que el puerto de Santoña «también va a ser puntero en materia de sostenibilidad».
Se ha calculado que aproximadamente una octava parte de la energía eléctrica que gasta la Cofradía de Pescadores al año puede obtenerse por esta vía. Y es que, subraya el patrón mayor, «hay que tener en cuenta que consumimos mucho energía en la actividad de la fábrica de hielo y en el lavado de cajas y tinas».
Con la colocación de los paneles solares se persigue un doble objetivo. De un lado, ahorrar dinero. «La inversión estará amortizada en unos diez años y a partir de entonces, empezaríamos a obtener rendimiento». Y, por otro, se pretende reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera contribuyendo a la sostenibilidad y cuidado del entorno. «La Cofradía debe tener aún más sensibilidad que el resto de las empresas porque somos altamente dependientes del medio ambiente. Si el mar sufre agresiones, los primeros afectados son los peces y los pescadores por lo que tenemos que ser todo lo respetuosos que podamos». Esta medida, añade, «es una de las muchas que estamos aplicando. De hecho, la energía que compramos actualmente tiene el certificado de 100% verde, al ser de origen renovable».
Las placas que se han instalado son «duras y muy resistentes» ya que tendrán que tolerar la presencia de las gaviotas que sobrevuelan a diario el puerto. «Son paneles especiales que soportan el granizo y el ácido de las heces de las gaviotas y sus picotazos. Cada cierto tiempo será necesario subir al tejado y limpiar la suciedad que creen sobre los paneles para evitar que se bloquee el paso de la luz».
Las placas solares se van a colocar en infraestructuras anexas y en un lateral del edificio principal, ya que este tiene el tejado en forma de ola lo que hace que inviable acometer esta actuación.
En materia de obras, el patrón mayor valora positivamente la intervención anunciada por la Consejería de Obras Públicas para crear una salida directa desde el aparcamiento de la Cofradía a la carretera autonómica CA-241, a través de la rotonda del Pescador. Fernández, que espera que el proyecto esté listo de cara a la costera del bocarte de 2023, indicó que será un vial secundario de salida – la entrada de camiones se mantendrá donde está actualmente – y que funcionará con una barra que habrá que levantar de manera manual. Con este actuación los camiones, una vez hayan cargado la mercancía en el foso, saldrán directamente a la rotonda que enlaza ya con la carretera autonómica lo que contribuirá a descargar de tráfico la calle municipal que discurre frente al puerto. «Agilizará mucho la salida de camiones y se evitarán también los atascos que se forman en plena costera del bocarte». El otro proyecto en el horizonte es la adecuación de la cara oeste de los diques de cierre para su utilización como machina. La Cofradía ha demandado que coloquen en estos puntos dos estructuras que permiten el amarre exterior de los barcos pesqueros en ambos espacios. La actuación, que tendrá un coste de 1,6 millones aportados por Obras Públicas, ya está redactada y tiene los informes favorables de Biodiversidad, estando actualmente pendientes de la autorización de la Demarcación de Costas. «En el puerto de Santoña, en la época del bocarte, se llegan a juntar entre 60 y 70 barcos y no hay suficiente espacio para que puedan, por ejemplo, sacar las artes (redes). Va a facilitar mucho los atraques y será un alivio muy importante».
En cuanto a la costera del bonito encara este mes de octubre la recta final. El patrón mayor tiene claro que la campaña finalizará este 2022 sin agotarse la cuota disponible. A lo largo de este mes, con el cambio de tiempo en la mar, desaparecerá el bonito y los barcos abandonarán definitivamente su captura. «Calculo que se dejará de pescar en torno a un millón de kilos de bonito». Actualmente, están saliendo a por esta especie un barco de casa de cacea y otros tres de vivero. La pesca se lleva a cabo por la zona de Galicia y cerca de la costa francesa, aunque Fernández prevé que desarbolarán en breve porque «no es rentable al ser los costes superiores a los ingresos».
El balance de esta costera, dice es «positivo» al haberse incrementado en la subasta de la cofradía santoñesa el precio medio de los ejemplares, que ha sido de 4,41 euros frente a los 3,70 euros de la pasada campaña. No obstante, esta subida del precio en la subasta no es suficiente para cubrir por completo el aumento del coste del combustible que han sufrido. A día 30 de septiembre, se han capturado 16 millones de kilos de bonito y en Santoña se han descargado 1,4 millones de túnidos. La campaña del bocarte echará el cerrojo el 1 de noviembre quedando actualmente algo menos de medio millón de kilos de anchoas por capturar.
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