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En la piscina del campo de San Sebastián se ha creado una pequeña plataforma de madera con escaleras para facilitar el acceso A. Cobo
De conservar langostas a espacios para darse un baño

De conservar langostas a espacios para darse un baño

Patrimonio. ·

La obra para transformar los antiguos viveros de Isla en piscinas naturales ya ha concluido, dando la bienvenida a un nuevo reclamo turístico

Ana Cobo

Isla

Viernes, 1 de enero 2021, 08:31

Donde antaño se conservaba el marisco hasta el momento de su exportación o consumo, ahora será posible darse un refrescante baño de forma segura. Quizás la idea, a un día de recibir el invierno, no suene de lo más apetecible, pero el plan se puede dejar apuntado en la agenda con vistas a la próxima temporada estival.

El proyecto de conversión de dos antiguos viveros de langosta de Isla en piscinas naturales es ya una realidad. Tras varios meses de trabajo –con parones de por medio por el estado de alarma y en el verano para evitar molestias a los usuarios– las cetarias (viveros comunicados con el mar) están rehabilitadas y acondicionadas para recibir a los bañistas. La actuación cumple un anhelo del alcalde de Arnuero, José Manuel Igual, empeñado en rescatar del olvido el patrimonio municipal en desuso para darle una segunda oportunidad como recurso turístico.

La transformación ha sido posible gracias al Ministerio de Transición Ecológica, a través de la Demarcación de Costas en Cantabria, que vio con buenos ojos la propuesta y la ha financiado íntegramente con 318.516 euros. Los trabajos a la vista del público ya están concluidos, aunque aún no han sido recibidos ni por Costas ni por el Ayuntamiento. La gestión se tramitará pronto y será en ese momento cuando las piscinas puedan ponerse en uso. Hasta entonces, se puede pasear por este paraje de Isla y rebobinar en el tiempo con la mente puesta en el futuro.

Izquierda: El vaso del Sable, junto a a la caseta convertida en espacio expositivo. // Derecha: La reforma ha creado nuevas zonas verdes y de estancia. A. Cobo
Imagen secundaria 1 - Izquierda: El vaso del Sable, junto a a la caseta convertida en espacio expositivo. // Derecha: La reforma ha creado nuevas zonas verdes y de estancia.
Imagen secundaria 2 - Izquierda: El vaso del Sable, junto a a la caseta convertida en espacio expositivo. // Derecha: La reforma ha creado nuevas zonas verdes y de estancia.

En el campo de San Sebastián es visible el acondicionamiento del vivero y el embellecimiento de su entorno. En la cetaria se ha procedido a restaurar las compuertas y los muros de piedra que aún quedaban en pie, reponiéndose un tramo para que el recinto del vaso quedase cerrado. La instalación se ha completado con una pasarela de madera que facilita el descenso a través de unas escaleras. «La intervención es absolutamente respetuosa con los informes de impacto ambiental tanto del Gobierno de Cantabria como del de España», recalca el regidor, y agradece a Costas que haya sufragado la totalidad de este proyecto.

En el entorno la actuación se ha completado ampliando las zonas verdes y de estancia en el parque existente. En la zona se ha colocado, además, una nasa de las que se utilizan para pescar langosta junto a un panel, que recuerda que esta tradición, que se remonta a siglos atrás, fue «una practica habitual y reconocida hasta el punto de que Quejo llegó a ser declarado puerto exportador de este crustáceo en una Orden Ministerial de 1906». En homenaje a las gentes del mar se ha erigido en este lugar un monumento con las manos de un hombre, una mujer y un niño. Y la guinda la pone un pequeño anfiteatro dentro del espacio ajardinado que hace las veces de mirador de la piscina y del espectacular paisaje.

El otro vivero rehabilitado es el situado en el islote de la playa del Sable. En este caso, apenas se ha actuado sobre el vaso ya que siguen intactas las rocas naturales y, principalmente, se han mejorado las compuertas y los accesos. La caseta situada justo al lado se ha convertido en un espacio expositivo exterior con paneles ilustrados con fotografías y la historia de la pesca de la langosta.

La delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, ha resaltado la apuesta del Gobierno de España por esta obra con la que se apoya la conservación del patrimonio costero. «Va a suponer un cambio en la forma de ver y disfrutar de Isla, tanto para los vecinos como para los visitantes. Si antes se disfrutaba de la visión de estos viveros ahora todos los que se acerquen van a poder disfrutar también de un nuevo espacio de ocio y de un atractivo turístico». Para el alcalde ha quedado un espacio «muy digno» que mejora ostensiblemente la seguridad de estas zonas de baño. «El proyecto se ha imbuido de la filosofía del Ecoparque de Trasmiera con la recuperación de un patrimonio natural, cultural y gastronómico que, ahora, será un recurso turístico más».

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