La construcción de las 62 viviendas de sustitución de Arnuero, en su recta final

Si no hay ningún contratiempo, es más que probable que en la primera mitad de 2025 los vecinos de la urbanización La Arena de Arnuero dejen atrás su particular vía crucis y entierren para siempre el daño y la agonía que les ha causado la sentencia de derribo que recae sobre sus viviendas desde hace treinta años. De los 102 propietarios afectados de La Arena, 53 han aceptado como compensación una casa de reemplazo, mientras que el resto ha preferido una indemnización económica. Respecto a las viviendas que sobran, aún se desconoce su futuro; no obstante, el Ayuntamiento de Arnuero aprobó en pleno solicitarlas a Gesvicán y a Fomento como viviendas sociales para sortearlas entre los vecinos del municipio.

La nueva urbanización, ubicada a las afueras del casco urbano de Isla, se emplaza en una finca de 10.600 metros cuadrados. La construcción de las 62 viviendas, garajes y trasteros se adjudicó por un importe de 6,5 millones de euros. En total, se han ejecutado siete bloques, de entre ocho y doce hogares cada uno con un máximo de dos plantas (más cubierta). Se han diseñado diferentes tipologías para que tengan características similares a las originales. Dúplex, con o sin jardín...

Una vez concluida lo que es estrictamente la construcción de las viviendas que corre a cargo del Ejecutivo regional, entrará en escena el Ayuntamiento de Arnuero para acometer una segunda fase con dos partes diferentes; por un lado, la urbanización de la finca de Bocarrero y, por otro lado, la demolición y regeneración ambiental en La Arena. La actuación costará 1,5 millones de euros con cargo al remanente de tesorería. El alcalde, José Manuel Igual (PP), avanzó a este periódico que la redacción de este proyecto está prácticamente finalizada y se llevará al Pleno de diciembre para su aprobación y remisión a la Crotu, que tiene que dar su visto bueno.

De cara a esta segunda fase, lo más prioritario son los trabajos de urbanización que restarían por hacer en la parcela de Bocarrero. «A petición de los vecinos se va a proceder a instalar un cierre perimetral de la zona de las casas», señaló el regidor. La idea es instalar un vallado vegetal alrededor. También está comprometida la construcción de un nuevo vial de doble sentido por el barrio de Barenilla para que la urbanización disponga de un acceso directo -tanto en coche como para peatones y bicicletas- a la playa del Sable, en Quejo. Y se habilitará igualmente, un paseo peatonal y de bicis, que ahora no existe, en la carretera que lleva a la playa de La Arena.

Cuando los vecinos tengan en sus manos las llaves para entrar a sus nuevas casas, no antes, se ejecutará la demolición de los bloques que aún siguen en pie en La Arena y su regeneración ambiental. En la superficie que queda libre, ampliándose hasta la parte más baja, se plantará un frondoso bosque repleto de encinas autóctonas. La actuación se completará con la creación de senderos peatonales y didácticos, que se dotarán de paneles informativos para explicar cómo era este lugar hasta el año 1988, la construcción que se hizo y que fue declarada ilegal por los tribunales a comienzos de los noventa y cómo quedará tras el derribo de las viviendas. Además, en este área se mejorará y optimizará toda parcela adyacente dedicada a aparcamientos públicos.

El presidente de AMA, Antonio Vilela, visitó recientemente con el alcalde de Arnuero la parcela de las viviendas de sustitución. «Lo hemos visto muy avanzado, en la fase final, pero desde el Gobierno cántabro no se nos facilita información. Lo que sabemos siempre es a través del alcalde, que nos dijo que a él no se le han comunicado plazos, por lo que la entrega a los propietarios no será en fechas inminentes».