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Cuando el helicóptero ha aterrizado, a eso de las doce del mediodía, en la campa del Glacis de Santoña tras depositar en el Faro del Caballo el último palé con los materiales de obra, José María Martín ha respirado tranquilo. «Esta era la parte ... más complicada de la actuación y ya está hecha», ha expresado aliviado el gerente de Cantabria Casa Multiasistencia, la empresa encargada de acondicionar este paradisíaco enclave.
Han hecho falta un total de 25 viajes para transportar por vía aérea todos los sacos con el material de trabajo y la maquinaria hasta la plataforma de la torre. La operación se ha desarrollado sin ninguna incidencia en apenas dos horas. La aeronave, subcontratada a la empresa Helitrans Pyrinees con base en Panticosa (Huesca), ha hecho acto de presencia en el Glacis poco antes de las diez de la mañana. Para esa hora, este tramo del paseo marítimo ya se había cerrado a los viandantes por seguridad.
Tras una primera vuelta de reconocimiento a la zona, el aparato ha comenzado con el traslado de materiales. En cada desplazamiento ha transportado, sujetado a una cuerda, un palé con 1000 kilos de peso, principalmente sacos con piedra de laja y mortero hidrófugo, especial para resistir al salitre.
En poco más de cuatro minutos ha cubierto cada trayecto de ida y vuelta. Así, hasta desplazar los 25.000 kilos de 'equipaje' preparado para ejecutar la obra de acondicionamiento, promovida por el Ayuntamiento de Santoña, con un coste de 89.100 euros. Una vez sobre la torre, el helicóptero ha depositado el material en la plataforma donde un operario de la empresa adjudicataria se ha encargado de su colocación. La presencia de la aeronave en el Pasaje de Santoña ha levantado expectación entre los paseantes que han grabado con sus móviles cada despegue y aterrizaje del aparato, acompañado de una buena racha de viento provocado por el giro de las hélices.
Desde un lateral del Glacis han supervisado la operación los ediles de Obras y Medio Ambiente, Moisés Cué y Fernando Palacio, respectivamente, junto a Martín. «Esta fase del proyecto era importante porque es un medio de transporte que nunca habíamos empleado para una obra. Estamos muy satisfechos de cómo se ha desarrollado todo el proceso, trasladando en un tiempo reducido el material a un lugar con un acceso tan complejo como es el Faro del Caballo», ha manifestado Palacio. Está todo listo, ha añadido, «para arrancar este jueves los trabajos para recuperar el entorno y que de cara al próximo verano esté en perfectas condiciones».
Por su parte, Martín ha destacado que el traslado habría transcurrido «perfecto» y este jueves se desplazarán en una lancha seis operarios al faro para iniciar las tareas de adecuación del lugar, que permanecerá cerrado el tiempo que se desarrollen las obras. «La intención es terminarlo antes de primavera». Todo dependerá de la meteorología.
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