Dos funcionarios de prisiones de El Dueso retienen a un ladrón que intentaba robar a un bañista en la playa de San Martín

Tras un forcejo inicial, los tres consiguieron retener al caco, que no le quedó otra que abortar 'misión', agachar la cabeza y esperar vigilado a la inmediata llegada de la Policía Local y de la Guardia Civil, que se lo llevó detenido.

Los hechos ocurrieron en torno a las 12.15 horas, en el último tramo del arenal de San Martín. Aprovechando que había una importante bajamar, un joven, que según testigos, rozaba la veintena, se acercó a una mochila, revolviendo en su interior con claras intenciones de robar algo.

A lo lejos, un bañista que, era también el dueño de la bolsa, se percató de la escena saliendo a toda prisa del agua para impedir el presunto hurto. Cuando alcanzó al joven, «le placó, tirándole a la arena e inmovilizándole».

En el suelo, ambos empezaron un forcejeo que alarmó a la mujer del bañista, que salió también corriendo del mar. Viendo el cariz de la situación, empezó a lanzar gritos de auxilio, que alertaron a dos funcionarios de prisiones del penal de El Dueso, que, casualmente, estaban en ese momento a escasos metros disfrutando de la playa. Y corrieron hacia ellos.

De lejos, llegaron a pensar que igual le había dado un infarto a uno de los hombres y estaban inmersos en una maniobra de reanimación, pero al acercarse se percataron que el bañista estaba intentando sujetar al ladrón.

Los dos funcionarios de prisiones no dudaron en intervenir consiguiendo retener al caco, que dejó de hacer fuerza, asumiendo que le habían cogido. «Al principio se puso muy nervioso y cuando se relajó, le dejaron que se pusiera en pie con la condición de que no se moviera del sitio hasta que vinieran los agentes».

El joven, incluso, llegó a pedir perdón y se puso a llorar, pero sus lamentos no ablandaron a los funcionarios, que, aunque le soltaron cuando se tranquilizó, no se separaron ni un milímetro de él hasta que estuvo presente la Policía Local y la Guardia Civil.

La pareja de bañistas, que estaba de turismo en Santoña, procedió a interponer la correspondiente denuncia y las Fuerzas de Seguridad realizaron una inspección ocular de la zona. Los agentes agradecieron la actuación de los funcionarios que ante sucesos de este tipo recuerdan una histórica reivindicación de este sector para que se les reconozca como agentes de la autoridad y poder intervenir en la calle, como si fueran Fuerzas de Seguridad, al ser testigos de algún acto delictivo.