El Gobierno adjudica la construcción de las 62 viviendas de sustitución de Arnuero

El Ejecutivo regional había licitado en 7,1 millones la construcción de esas 62 viviendas, garajes y trasteros, y, finalmente, la obra ha sido adjudicada a la empresa madrileña Imesapi S.A. por 6,5 millones de euros. Todo ello después de que 54 de los 102 propietarios de La Arena optaran por una vivienda nueva (el resto decidió cobrar en mano la indemnización). En total se levantarán siete bloques en una finca de 10.600 metros cuadrados, de entre 8 y 12 hogares cada uno con un máximo de dos plantas (más cubierta). Se han diseñado diferentes tipologías para que tengan características similares a las originales. Dúplex, con o sin jardín...

Todo parece indicar que los trabajos comenzarán este verano, tal y como avanzó en febrero el consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, con lo que a finales de 2023 los afectados podrían entrar a vivir en sus nuevas viviendas. En ese momento y no antes, comenzaría la demolición de los bloques que aún siguen en pie en La Arena y la posterior actuación para conseguir su regeneración ambiental, tal y como se recoge en el Plan de Actuación del Fondo de Derribos.

«Estoy deseando que llegue ese momento. Me encantaría seguir viviendo donde estoy lo que pasa es que quiero romper esto, acabar con esta agonía y empezar una etapa nueva. Estoy deseando que empiece la obra y nos adjudiquen la vivienda; cerrar una puerta y abrir otra», reconoce Encarnación Renero, una de las afectadas que renunció a los 85.000 euros de indemnización que le daban tras valorar su vivienda y su trastero. «Con ese dinero no compro nada», apuntó hace un año tras descartar esa opción.

Aunque actualmente vive en un primer piso, ahora ha elegido un bajo con un pequeño jardín en la nueva urbanización. «Cerrar esta etapa va a costar, pero no nos podemos anclar en el pasado. Cuanto antes me empiece a ilusionar mejor. En mi vivienda actual crié a mi hijos y ahora igual me toca cuidar a mis nietos en la nueva urbanización», comenta esta vecina, que espera que «se cumplan los plazos, más o menos, que las calidades de las viviendas sean las del proyecto y que todo se vaya cumpliendo».

Francisco Aragón es otro de los afectados de Arnuero que finalmente ha optado por una vivienda de sustitución porque, al igual que Encarnación, consideró que «con los 89.000 euros que me daban por mi duplex no podía comprar algo similar». Sin embargo, le va a costar mucho más pasar página. «¿Contento? No por donde me quieren llevar. Compré legalmente y sigo pagando la contribución urbana. Ahora nos van a meter en una tierra de nadie, a tres kilómetros de esa playa, con lo que hay que desplazarse en coche porque andando es imposible: es como una pista americana, sube y baja».

Con este panorama, Francisco cree que «cuanto más tarden en hacer la obra para mí mejor, más tiempo estoy en La Arena». «En la nueva vivienda veré un prado y el monte Cincho. En cambio ahora, desde mi terraza, veo a mis nietos jugar en la playa».