La huelga de basuras de El Brusco ya se deja notar con los contenedores al límite

Los operarios se niegan a trabajar ante la negativa de Urbaser a negociar un nuevo convenio colectivo desde 2021, fecha en que caducó el anterior. Y, de su lado, la empresa no mueve ficha alegando que el aumento de la carga de trabajo no ha sido compensado por la Mancomunidad de El Brusco.

Los paganos de este conflicto están siendo los vecinos que lamentan que el servicio de recogida «viene siendo deficiente desde hace ya mucho tiempo y esto es la gota que colma el vaso». El presidente de la Mancomunidad y alcalde de Argoños, Juan José Barruetabeña, niega que se haya incrementado la recogida de basuras y reprocha a Urbaser que solicite más dinero cuando «constantemente está incumpliendo los pliegos del contrato firmado». Aún así, el regidor se reunió a comienzos de esta semana con los trabajadores para mediar en el conflicto y solicitarles que desconvoquen la huelga con el compromiso de mantener una reunión con las corporaciones que salgan tras las elecciones del 28 M en los seis ayuntamientos y solucionar así la situación de una manera definitiva. Barruetabeña explicó a este periódico ayer por la tarde que estaba pendiente de recibir una respuesta por parte de los operarios.

El secretario de acción sindical de USO Cantabria, Miguel Ángel González, señaló que hoy jueves se mantiene activa la huelga, aunque se están llevando a cabo - a excepción del lunes por falta formal de notificación- los servicios mínimos. González recuerda que los trabajadores son de Urbaser, no de la Mancomunidad, y es, por tanto, con la empresa con la que tienen que alcanzar un acuerdo y «ahora mismo, no está ofreciendo nada para resolver el conflicto del convenio colectivo».

El secretario de acción sindical de USO respeta la «buena voluntad» de la Mancomunidad pero, insiste, no es el empleador. «Lo que ocurre es que hay un problema grave de entendimiento entre Urbaser y la Mancomunidad que no se reúnen y ni siquiera se hablan y los trabajadores están en medio».

González cree que una vía para desatacar el conflicto podría ser que, más allá de la buena voluntad expresada por la Mancomunidad, ofreciera una oferta «firme y creíble» de revisar el pliego de condiciones, ya que, «según Urbaser los precios están por debajo del servicio que se presta». A este respecto, señala que los trabajadores para retomar con normalidad la recogida «necesitan algo más que la palabra del presidente de la Mancomunidad». «Necesitamos algún tipo de documento con el compromiso de actualización de precios para que la empresa, a su vez, nos oferte una revalorización del convenio».

En cuanto la discrepancia que mantiene la Mancomunidad con Urbaser sobre el aumento o no del servicio de recogida de basura en los últimos años, desde USO creen que cada uno tendrá su parte de razón. Según Urbaser, hay 400 contenedores más ahora que cuando se formalizó el contrato hace siete años, sumando un total de 1.998. Y según la Mancomunidad, «no hay más de 100 contenedores nuevos, siendo el balance de 1.600». El caso, dice González, «es que los trabajadores tienen más trabajo por el mismo salario y en verano tienen que reforzar y realizar horas extra».

La huelga que arrancó el lunes está convocada para un plazo de dos semanas. Se ha fijado un servicio mínimo que, el secretario de USO, aún siendo «abusivo», - critica que se ha incluido como esencial la retirada de enseres- «se está respetando a la perfección». Lo cierto es que en ayuntamientos como Bareyo, Escalante, Arnuero y Ribamontán al Monte las bolsas ya colman los contenedores. «La recogida en estos municipios no es diaria y si el lunes no se ha hecho y no toca hasta, por ejemplo, hoy, jueves, la acumulación de basuras puede ser mayor».