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«Nos ha llamado un vecino al móvil a las once de la noche alertando de que la nave se estaba incendiando. Cuando hemos salido a la puerta de casa, hemos visto que estaba todo en llamas y que ya no se podía hacer nada». ... Los propietarios de la estructura, ubicada en el barrio El Faro, en Ajo, han visto con impotencia como el fuego devoraba esta pasada madrugada la instalación industrial, dejando un cuantioso balance de daños. «Se ha quemado todo lo que había dentro de la nave con un valor económico muy grande», explica el matrimonio, que prefiere no identificarse.
«Un tractor nuevo con dos cisternas, dos segadoras, una máquina de limpiar las playas, dos coches, un barco...y muchas herramientas y cosas que teníamos guardadas», enumeran. Todo, absolutamente calcinado. A esta lista hay que sumar el robo de un vehículo que tenían aparcado junto a la vivienda familiar, situada a escasos metros de la instalación. Un hecho que les lleva a pensar que el incendio ha sido «supuestamente provocado».
Es por ello que esta mañana los hijos del matrimonio han denunciado tanto el robo como el suceso -ambos están siendo investigados por agentes de la Policía Judicial-. «Anoche estuvieron tomando fotografías y cogiendo pruebas, y nos han dicho que vendrán los especialistas en incendios de la Guardia Civil de Logroño».
Aún con el susto en el cuerpo, el matrimonio explica que la maquinaria agrícola que se ha perdido es de un vecino de Ajo, al que le habían prestado la nave – tiene una superficie de más de mil metro cuadrados- para que guardara los vehículos de trabajo y que, además, estaba en trámites para comprarla. «A la Guardia Civil le comentó anoche que el valor de la maquinaria ascendía a 500.000 euros. Es la ruina de una familia». El resto, los dos coches, el barco y un sinfín de enseres destrozados eran de ellos. El disgusto, dicen, es «tremendo».
«Afortunadamente no ha pasado más. Ha sido una noche sin viento y las llamas iban hacia arriba. Si el aire llega a soplar fuerte en dirección a la casa, nos lo trae todo y se quema la vivienda», cuenta la mujer, que prefiere ni imaginarlo. Y es que la nave, recubierta con chapa metálica, ha quedado prácticamente destrozada. «Fíjate cómo ha sido que las enormes vigas de hierro que tiene, se han ido al suelo del calor», describe el marido.
Cuando salieron a las puerta, nada más recibir la llamada de aviso, «ya estaba todo en llamas y con continuas explosiones porque había bidones de plástico con aceite, tractores con gasoil... Ha sido algo gordo».
El 112 recibió la llamada alertando del suceso a las 00.15 horas, momento en el que se desplazaron hasta el lugar para atender el incidente dotaciones de bomberos del 112 y de Santander, así como agentes de la Guardia Civil.
A su llegada, se encontraron con un incendio completamente desarrollado que afectaba a la totalidad de la nave industrial. Los bomberos del 112 iniciaron las labores de extinción de las llamas, sumándose posteriormente a los trabajos los bomberos de Santander, que colaboraron, además, en el suministro de agua. Tras una intensa actividad, primero para bajar la carga de fuego y, posteriormente, para ejecutar la extinción, ambas dotaciones finalizaron la intervención sobre las 03.45 horas. «Se han quedado como dos horas y media para asegurar que no volvía a prender el fuego», calcula el matrimonio, que fue desalojado por seguridad durante la intervención.
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