El instituto San Miguel de Meruelo entrega un donativo de 467 euros a Cáritas Santoña

Alumnos del instituto San Miguel de Meruelo han entregado esta tarde a representantes de Cáritas Santoña un donativo de 467,56 euros para apoyarles en su labor de atención a personas necesitadas. El dinero se ha recaudado entre los estudiantes que cursan la asignatura de religión en el centro educativo y que han colaborado donando como mínimo un euro cada uno.

El párroco y profesor de religión en el instituto, José Ramón Ocejo, promueve todos los años una acción de recogida de alimentos entre sus alumnos para colaborar con Cáritas Santoña. Debido a la pandemia del covid, este curso no ha sido posible realizar esta acción y la han sustituido por un donativo económico.

Con esta iniciativa, explicó el cura, se busca «concienciar a los alumnos de la importancia de compartir con los demás». «Que ellos vean que son afortunados porque pueden disfrutar cada día de comida, pero que conozcan que hay gente que pasa por necesidades y aunque un euro puede ser poco, la suma del dinero total contribuye a ayudar mucho».

La entrega del importe se ha materializado este jueves en el local de la parroquia de Santoña. Al acto han acudido por parte del instituto tanto Oceja como el otro docente de religión, Joaquín Cagigas, junto a tres estudiantes, Chechu Ruiz, Pablo Ormaza (1º Bachiller) y Héctor Viadero (2º de la ESO). Por parte de Cáritas local, han asistido su coordinador, José Francisco Rodríguez Seco, y la voluntaria, Ana Navarro.

Ambos, en nombre del párroco de Santoña, Alberto García, han agradecido enormemente el gesto del centro educativo y en particular de los jóvenes ya que «expresa un gran sentido de la solidaridad hacia tantas personas y familias que sufren y lo están pasando mal para cubrir las necesidades más elementales en su vida diaria».

Este dinero, expresó Navarro, les llega, en un momento «fabuloso» ya que los fondos habían descendido y «nos hace mucha falta». En el encuentro, el coordinador de Cáritas Santoña, explicó a los estudiantes que «habitualmente nuestra labor de ayuda se dirige a vecinos del municipio, no obstante también atendemos a personas de pueblos de alrededor, siempre que nos sea posible». Por ello, les emplazó a que «si conocen a gente de Meruelo que necesite de ayuda, se lo comenten al párroco para echarles una mano desde Cáritas».

La actual crisis sanitaria ha aumentado la pobreza en Cantabria y ha disparado el número de personas que se atienden desde Cáritas Diócesana. En Santoña, no son una excepción y el equipo de voluntarios presta apoyo a una media de 15 personas al mes. «Una parte importante de los que recurren en estos últimos meses son personas que están en situación irregular y trabajaban el sector de la hostelería. Al perder su empleo carecen de prestaciones», quedándose en una situación «muy vulnerable», por lo que acuden a Cáritas para intentar salir adelante.

El apoyo que se presta desde la parroquia se centra en la entrega de alimentos que ahora mismo se materializa a través de unos vales que los beneficiados canjean en un supermercado local. Igualmente, también se les ayuda, vía transferencia, con el pago de facturas de servicios básicos como la luz y el agua y han tenido algún caso en el que han tenido que colaborar con el pago del alquiler de la habitación en la que residen. La atención presencial actualmente no se lleva a cabo debido a la pandemia y se ha sustituido por la comunicación telefónica.