Interior ha llevado a El Dueso a tres etarras en 2020 y ultima otros tantos acercamientos

Dos décadas después, el debate que Lluch ponía sobre la mesa sigue siendo objeto de bronca parlamentaria al tiempo que Pedro Sánchez reactiva e intensifica esta política en el marco de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado con Bildu y después de que el lehendakari Iñigo Urkullu pidiera a principios de año avanzar en este camino y acercar a los condenados a centros penitenciarios del País Vasco o de las provincias limítrofes. Cárceles como la de El Dueso, donde precisamente fue destinado este otoño Lierni Armenderit, uno de los macabros protagonistas del asesinato del exministro socialista de Sanidad.

En el último momento, Instituciones Penitenciarias decidió que su destino no sería Santoña, sino Zaballa-Vitoria, pero el Ministerio del Interior sí ha acercado a la prisión cántabra a otros tres etarras en el último año. Se trata de José Antonio Borde Gaztelumendi, Juan Carlos Herrador Pouso y Arkaitz Agote Cillero. A ellos hay que añadir un traslado anterior que se produjo en noviembre de 2018, el de Emilio Salaberria Etxebeste, que formaba parte de los comandos encuadrados en el llamado 'complejo Donosti', colectivo al que se atribuye el asesinato de un concejal socialista en Orio en 2002. Está cumpliendo 20 años de pena de cárcel y ahora está previsto que vuelva a moverse, esta vez con destino a San Sebastián. Lo previsible es que este número de internos relacionados con ETA en El Dueso aumente en los próximos meses porque Interior ha reservado otras tres celdas para miembros de la banda.

Antes que ellos estuvo allí Rafael Díez Usabiaga, exsecretario general del sindicato LAB, que salió en agosto de 2017 en medio de la polémica por el recibimiento que le organizaron a la salida del penal. Entre las cerca de 150 personas que fueron a recibirle estaba Arnaldo Otegi. Como él, los internos vinculados a ETA o a la izquierda abertzale que han cumplido o cumplen condena en Cantabria, en contra de lo que hizo el colectivo durante mucho tiempo, habían firmado ya un documento de aceptación de la legalidad penitenciaria. De hecho, El Dueso, por sus características específicas y el ambiente reinante en el recinto -los grandes espacios comunes en el mayor patio del país, las vistas privilegiadas al mar o los programas de reinserción hacen que esta cárcel sea un referente en muchos aspectos y un ejemplo de convivencia pese a la privación de libertad- fue uno de los primeros centros de España en recibir a etarras que habían roto con la banda.

¿Cómo actúan allí? ¿Cómo es la relación con el resto de presos y trabajadores? Pues se puede hacer un perfil común. Por lo general, la interacción con el resto de población reclusa y con los funcionarios es la mínima posible. Muy poco contacto por decisión propia, aunque siempre correcta e incluso respetuosa. Y cuando rompen ese carácter individual su referencia son otros internos vascos, no necesariamente vinculados al mundo etarra o abertzale.

A Salaberria Etxebeste, con dos años de historial ya en este penal, es común verlo corriendo por el perímetro interior en el patio. Y los otros tres condenados por terrorismo acaban de llegar y todavía están en proceso de adaptación: Herrador Pouso (condenado por colaboración con banda armada y depósito de armas) pisó El Dueso proveniente de Ocaña I Toledo en septiembre de este año; Agote Cillego (condenado a 25 años por estragos, colaboración con ETA y tenencia de armas) un mes después; y Borde Gaztelumendi este noviembre. Conocido como 'Putxe', este último es el que tiene un historial más sangriento, ya que se le atribuyen una veintena de asesinatos cometidos entre 1978 y 1983, aunque solo ha sido condenado por tres. Fue entregado por México en 2002 tras pertenecer al 'Comando Vizcaya'.

Los cuatro etarras que actualmente están en El Dueso se encuentran en el módulo 1, el de mayor tamaño, y realizan como el resto de sus compañeros un régimen de vida ordinario. No son considerados presos peligrosos ni tienen un régimen especial de aislamiento, como solía ocurrir.