Las Jornadas Corales alzan el telón en Santoña

El imponente Fuerte de San Martín, a la vera de la bahía, será el mágico escenario de estos conciertos que comenzarán todos a las ocho y media de la tarde, con entrada libre. El aparcamiento en esta zona estará permitido desde las siete de la tarde para facilitar el acceso a los asistentes. La Jornadas Corales, que cuentan con la colaboración de la Concejalía de Cultura, arrancarán el viernes con la actuación de la coral Polifónica Ascasam, de Santander; al día siguiente, el sábado, saldrán a escena el coro Joven Siete Villas y el coro municipal de Ribamontán el Mar. El broche del evento correrá a cargo de la coral anfitriona, la Portus Victoriae, que ha preparado un espectáculo musical que no dejará indiferente a nadie.

La directora de la coral santoñesa, Lara Agudo, mantiene intacta su apuesta por innovar en este evento. Desde que tomó las riendas de la Portus Victoriae dejó claro que la monotonía y lo tradicional no van con ella. Por eso, en cada edición rompe moldes, poniendo de manifiesto que sus pupilos pueden interpretar todo tipo de géneros musicales, sin perder, en ningún momento, su esencia como coro.

El año pasado, los coralistas conquistaron al respetable con un concierto-romería en el que repasaron canciones tradicionales de Cantabria. Este 2022, suben un peldaño más y anuncian que su actuación abrirá el baúl de los recuerdos. Quieren que el repertorio sea un secreto pero apuntan, a modo de pista, que pondrán voz a temas de otra época. ¿Qué década o décadas han elegido? No sueltan prenda. Lo que sí asegura la directora es que «vamos a conectar con el público desde la primera pieza». Y es que son letras grabadas en la memoria colectiva. Hasta ahí se puede leer. «No queremos desvelar nada salvo que un año más hemos preparado un repertorio centrado en una temática», resume.

Lo que está claro es que no será una actuación al uso. Los integrantes de la Portus Victoriae llevarán a escena un espectáculo en el que se va a conjugar el canto coral con la coreografía, la interpretación y el atrezzo. «Aprovechando que todas las canciones son en castellano les he pedido un esfuerzo para no limitarse solo a cantar sino que cuenten la letra con la mirada, con la actitud corporal y con una interpretación dramática».

La idea de este proyecto rondaba en la cabeza de Agudo desde el año 2019. «Por fin, este año me he arriesgado. Son más los pros que los contras en el hecho de cantar algo conocido para el público. Hay que trabajarlo muy bien porque la gente ya tiene su versión en la cabeza, pero esperamos que la nuestra sea de su agrado».

Las 15 piezas que sonarán en el concierto han sido adaptadas y arregladas al estilo coral por la propia Agudo y las cantarán a capella. «Muy pocos coros o casi ninguno ha interpretado estas piezas», reconoce la directora, consciente de lo innovador del programa. «Todos los años hemos sido revolucionarios y este no podía ser de otra manera. Es la impronta que he marcado en los grupos que dirijo. Hasta ahora nos ha ido bien y ha funcionado. Considero que es mejor destacar por contrarrestar con el resto, que intentar hacer lo mismo y no llegar a la altura de los demás».

Los coralistas han acogido este reto musical «con muchas ganas y alegría», confiesa el presidente de la coral, José Francisco Rodríguez Seco, que también canta en la agrupación. «De cara a las jornadas, Lara siempre realiza un trabajo complejo, animoso y cuidado hasta el último detalle y nosotros este año, sobre todo los más veteranos, estamos muy ilusionados».

La directora explica que el objetivo principal de este programa era hacerles «un regalo» a los coralistas. «Ellos siempre responden de forma muy positiva a todo lo que propongo y trabajan las piezas no solo conmigo, sino después en sus casas. Se implican al máximo. Los más mayores han hecho un esfuerzo grande cantando piezas en africano, en hebreo y en inglés para las jornadas. Este año quería un repertorio que lo cantarán a gusto. Son canciones que, en un principio, me pueden atraer poco como para que las interprete una coral, pero he hecho todo lo posible para que lo puedan hacer».

A menos de cinco días para el estreno, han intensificado los ensayos. «Estamos poniendo toda la carne en el asador». Esta semana, los componentes se acercarán al Fuerte de San Martín para ultimar todos los detalles in situ. No esconden que hay nervios. La responsabilidad por agradar al público es máxima.

«Contamos con fieles seguidores tanto de Santoña como de fuera. El hecho de que cada año cambiemos tanto el estilo hace que el público no pierda el gusanillo de volver. Tienen la intriga de ver con qué les vamos a sorprender».

Actualmente, la Portus Victoriae atraviesa uno de sus mejores momentos en sus 42 años de historia. Afronta un futuro prometedor tras haber resistido los embates de una pandemia que se ha llevado por delante a otras agrupaciones corales tanto de Santoña como de Cantabria. «Somos uno de los grupos que mejor ha retornado del confinamiento. La clave fue comenzar lo antes posible. En cuanto se pudo empezamos a realizar ensayos en grupos reducidos, por cuerdas. Continuamente nos llegan nuevos integrantes a la coral, además voces jóvenes, y muy implicados». El secreto, reconoce José Francisco, es que «hay buen rollo y se respira un gran ambiente». Este año están haciendo frente a una apretada agenda de actuaciones. «Hemos cantado en la despedida de las monjas, en el Carmen, en Santa Ana, en el pregón del Carnaval, en la Feria de la Anchoa, en ceremonias religiosas... y vamos a tener actuaciones también en Gijón, Santander, Ribamontán al Mar y por supuesto, estaremos en la misas de las fiestas patronales, el Pilar y en Navidad».

En el programa de las Jornadas también figura el coro joven Siete Villas, dirigido por Lara Agudo. Han preparado un novedoso repertorio con piezas de góspel y de musicales que interpretarán a capella y cuatro voces. «A pesar de que algunos integrantes han tenido que abandonar el coro al marcharse a estudiar fuera, el sonido no se ha resentido y de hecho, el programa es más complejo y comprometido que en otras ocasiones». Los componentes tienen entre 10 y 16 años.

La ilusión de Agudo es dar un mayor impulso a este grupo que atesora un gran potencial, pero que precisa de una colaboración más intensa por parte del Ayuntamiento de Santoña. «Es necesario que nos den un mayor apoyo tanto a nivel económico, con una subvención destinada al coro, como a nivel de difusión porque aún hay gente que no sabe que existe este coro».