El mal tiempo dificulta el dispositivo de búsqueda del guardia civil desaparecido mientras pescaba

Fue en este punto, enclavado en la conocida senda de los acantilados de Isla, donde se perdió la pista a este guardia civil, natural de Valladolid, y que está destinado en el destacamento de Santoña desde hace aproximadamente medio año. El agente desaparecido habría acudido a pescar junto a sus dos perros y las alarmas saltaron cuando no se presentó a su puesto de trabajo –su turno empezaba a las 14.00 horas–. Sus compañeros averiguaron donde había estado y de inmediato, esa misma tarde se desplegó un amplio operativo de búsqueda. En un primer momento se barajó la hipótesis de una caída accidental al mar, aunque no se descarta ninguna otra posibilidad.

Noticia relacionada

Ver 15 fotos

El padre del guardia civil desaparecido mientras pescaba en Isla: «Confiemos en que aparezca»

Marco Alonso

El gran dispositivo por tierra –participaron técnicos de rescate del Gobierno de Cantabria, agentes de la Guardia Civil, Agrupaciones de Voluntarios de Protección Civil, Bomberos Voluntarios de Santander y Cruz Roja– fue el único que no tuvo grandes problemas con la meteorología durante la jornada de este viernes. En el caso de la búsqueda aérea, los helicópteros del Ejecutivo y la Guardia Civil tuvieron dificultades con la visibilidad y los drones tampoco pudieron llegar a zonas de difícil acceso. Por mar, las embarcaciones de Salvamento Marítimo y de la Guardia Civil tampoco contaron con facilidades. Los efectivos mantuvieron su principal zona de búsqueda en el entorno del cabo de Quejo y la playa de La Arena.

La única novedad de la jornada de hoy fue la presencia de familiares del guardia civil desaparecido en la zona donde se realiza la búsqueda. El padre, que se llama Javier al igual que su hijo, respondió así a la pregunta de si mantiene la esperanza de que se le pueda hallar con vida: «Pues no lo sé. De no haber aparecido ya... Confiemos en que aparezca».

«Están buscándole y hay un operativo montado de la Guardia Civil», explicaba el progenitor