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MARTA CABRERA
Ajo
Martes, 16 de agosto 2022, 07:25
Los seis municipios de la Mancomunidad El Brusco han recuperado la normalidad del servicio de recogida de basuras después de haber visto cómo, de nuevo, los residuos se acumulaban día tras día sin que el camión apareciera. «Para hacer frente a todo lo que había ... para recoger se ha reforzado el servicio con un camión adicional para empezar de cero y dejar los contenedores vacíos», ha explicado el presidente de la Mancomunidad, Juan José Barruetabeña y alcalde de Argoños.
El problema no es nuevo, Argoños, Arnuero, Bareyo, Escalante, Liérganes y Ribamontán al Monte llevan tiempo padeciendo la acumulación de basura, «y ahora con el calor el olor se ha vuelto insoportable», denuncian los vecinos. Además, también hacen hincapié en el «riesgo sanitario» que corrían: «Teníamos a la puerta de casa ratas corriendo».
El origen de este conflicto es el pulso que mantienen la empresa Urbaser y la Mancomunidad. «Ellos nos exigen más dinero porque no les salen los números, pero están incumpliendo constantemente las condiciones que firmaron cuando decidieron hacerse cargo de este servicio», dice Barruetabeña. Es por esto que la empresa recibió una sanción de 71.000 euros. «Ellos tenían que haber hecho sus cálculos previamente para no haber llegado a este punto», insiste el presidente de la Mancomunidad.
A día de hoy, las dos partes han acordado que se sentarán a negociar pasado el verano para intentar un acuerdo que la Mancomunidad pretende que no afecte más al usuario «porque no podemos subirle los impuestos y hacerle pagar por un servicio que no cumple los requisitos pactados». En caso de que no se saque nada en claro tras reunirse, el siguiente paso que se dará «será rescindir el contrato y volver a sacar a concurso el servicio».
A este problema se suma otro interno, ya que los trabajadores exigían a la empresa mejoras laborales que no llegaban. «No es un problema de la Mancomunidad, pero al final hemos sido los mayores perjudicados por no tener un servicio de basuras en condiciones y porque nos pedían a los ayuntamientos explicaciones por algo que estábamos intentando solucionar», dice Barruetabeña.
Desde los consistorios han intentado minimizar los efectos retirando con sus propios operarios la basura más voluminosa, «pero es imposible abarcar lo mismo que una empresa». En relación a esto, Barruetabeña también advierte del mal uso que se le da a los contenedores. «Hay gente que no recicla y tirar residuos de gran volumen que deberían ser depositados en el punto limpio, y tenemos que llamar a MARE para que pase a recogerlos». Además, aprovecha para reclamar que se tenga «una mayor concienciación sobre el reciclaje».
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