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Si todo marcha según lo previsto, el próximo verano será posible darse un chapuzón en las futuras piscinas de agua salada de Isla (Arnuero). El Ministerio para la Transición Ecológica, a través de la Dirección General de Costas, ha iniciado los trabajos para restaurar y ... acondicionar dos antiguos viveros de langosta con el objetivo de convertirlos en estanques naturales. La empresa Cuevas Gestión de Obras está al frente de la actuación con una inversión de 418.879 euros y un plazo de ejecución de medio año.
El Ayuntamiento de Arnuero empezó a dar los primeros pasos de este proyecto hace casi cinco años. A lo largo de este tiempo, la idea ha ido superando los trámites administrativos necesarios hasta contar con todos los informes favorables del Gobierno regional, incluido el de impacto ambiental tanto de Medio Ambiente como de Parques Naturales. Con todo en regla, el alcalde de Arnuero, José Manuel Igual, remitió el expediente al Ministerio que ha adjudicado la obra, asumiendo íntegramente su coste.
El regidor explicó que, con el acondicionamiento de estos antiguos viveros de langostas en piscinas de agua salada, se «va a recuperar nuestro patrimonio cultural, natural y gastronómico» y a la vez, «será un atractivo turístico que va a dinamizar el barrio de Quejo, en Isla». Igual, a preguntas de este periódico, mostró su satisfacción por el arranque de una obra «largamente demandada» que es «pionera en Cantabria». La actuación, destacó, «es plenamente respetuosa con el entorno» y mejorará la seguridad y accesibilidad de los bañistas.
El proyecto contempla restaurar dos viveros de langostas en desuso, uno, ubicado en el campo de San Sebastián y otro, en punta de El Sable, que fueron construidos a mediados el siglo XIX, dada la importancia de las actividad pesquera de la langosta en Isla -Quejo llegó a ser declarado puerto exportador de este crustáceo en una Orden Ministerial de 1906-, pero que quedaron en el olvido al desaparecer esta práctica. Ahora, se van a rehabilitar aprovechando las paredes de piedra de los viveros que aún quedan en pie. «Se van a restaurar los muros más dañados y reparar las compuertas manuales para la entrada y salida del agua. Finalmente, se colocarán unas pasarelas de madera para acceder con seguridad». «No es una obra excesivamente dura con el medio» remarcó el alcalde, que confía en que será una realidad en julio.
El plan que se está ejecutando es aún más ambicioso, ya que incluye otras actuaciones complementarias. En el Campo de Sebastián se va a reordenar el aparcamiento situado al lado del antiguo vivero para así ampliar la zona verde del parque existente. En este punto, se está construyendo también un pequeño anfiteatro mirando hacia la piscina para que «los padres pueden ver a sus hijos mientras se bañan». Y lo que más ilusión le hace al regidor, es que en este espacio se va a colocar un monumento en homenaje a las gentes de la mar. La escultura estará formada por tres manos: la de un hombre, la de una mujer y la de un niño, que reconocerá «a las familias que se han dedicado a este medio y a aquellos que trágicamente han desaparecido en la mar».
Por su parte, en la zona de la punta de El Sable se rehabilitará una pequeña caseta de piedra ya existente para albergar un Centro de Interpretación de la langosta con paneles que explicarán cómo se pescaba este crustáceo.
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