La masiva presencia de vehículos «bloquea los accesos de las emergencias» al Brusco, en Noja

El pasado jueves un hombre de Valladolid, que se bañaba al final de la playa Trengandín, fue rescatado del agua en estado crítico al sufrir una parada cardiorrespiratoria. Según cuentan los vecinos, el rescate se llevó a cabo con «cierta rapidez» por los servicios de socorrismo y medios municipales. Sin embargo, las ambulancias no pudieron acceder hasta el punto del arenal donde se encontraba la víctima debido al bloqueo ocasionado por los vehículos mal estacionados, algo que vienen denunciando desde hace tiempo. Ante esta situación, los agentes de la Policía Local tuvieron que trasladar en quad «dos kilómetros por la playa a los sanitarios». Una vez estabilizado el paciente, relatan, «hubo que esperar una hora o más a la llegada del helicóptero».

Los residentes del Brusco lamentan que si los autoridades competentes hubieran tomado las medidas que les reclamaron el pasado mes de marzo en un escrito remitido al Ayuntamiento de Noja y a la Consejería de Medio Ambiente, «amén de otras innumerables peticiones y conversaciones a este respecto», el acceso de los servicios de emergencias «se habría solucionado en cinco minutos, ya que la carretera llega hasta el final de la playa». Sin embargo, critican que las administraciones han optado por la inacción ocurriendo, finalmente, lo que temían.

Los vecinos del Brusco en sus escritos solicitan que se prohíba el acceso y estacionamiento en este vial a los vehículos no autorizados, así como que se reponga de manera inmediata la valla que impida el paso. Igualmente, exigen que se lleve a cabo un mantenimiento recurrente del camino.

Esta zona del paseo del Brusco es de dominio público marítimo terrestre, competencia de la Demarcación de Costas, y está protegida por el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN). El problema se repite cada verano debido a «una afluencia masiva e incontrolada de gente y que no es regulada por ninguna de las autoridades competentes». Esto, reprochan los vecinos, origina que «los accesos queden bloqueados por los vehículos que aparcan a sus anchas», siendo «imposible» que puedan entrar ambulancias o el camión de bomberos ni tampoco los residentes a sus fincas.

El acceso al vial está restringido a vecinos y servicios de emergencia. Así se hace saber con unas señales de prohibido el acceso y barreras que «los usuarios de la playa rompen y se saltan con el conocimiento de los organismos y su consiguiente inacción».

Desde el Ayuntamiento de Noja, el concejal de Seguridad Ciudadana, Tráfico y Movilidad, Eduardo Torre, explica que la zona es competencia de Costas y es el organismo que debe actuar. No obstante, señala que desde el equipo de gobierno se están tomando medidas para intentar solucionar el problema. El edil indica que desde hace dos años, a través de la Policía Local y los auxiliares, se controla la zona a primera hora para que los vehículos no lo colapsen. «Pusimos señales de prohibido el paso, pero la gente se lo salta, y también hay un control de gálibo». Otra de las medidas es impulsar un aparcamiento disuasorio. Un proyecto que ya presentaron a la Consejería de Obras Públicas y que «esta semana hemos tratado con Costas».