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Un equipo de la Unidad Militar de Emergencias (UME), compuesto por 56 militares y cuatro perros, trabaja a contrarreloj desde el pasado domingo en Marruecos, en la zona de Anougal, en tareas de búsqueda y rescate de posibles supervivientes bajo los escombros tras el devastador ... terremoto, que ha causado cerca de 3.000 muertos y más de 5.500 heridos. Uno de los efectivos que forma parte de esta Unidad es el militar santoñés, Antonio Puente Alonso, que se desplazó junto a sus compañeros desde la Base Aérea de Zaragoza, para desplegarse en varios pueblos del sur del país vecino, los más afectados por el seísmo.
El cabo primero de la UME, de 36 años, comunicó a sus padres el mismo domingo que le habían asignado como misión participar en las labores de rescate, en Marrakech. «Ha ido contento y motivado porque tenía muchas ganas de poder ayudar», ha contado su madre María José Alonso. La comunicación con el cabo del Ejército del Aire ahora mismo es complicada, ya que está durante todo el día implicado en la localización de víctimas. «Anoche, a eso de las 23.30 horas, escribió un mensaje en el WhatsApp de la familia diciendo que estaba bien y que iban a descansar un poco», tras una dura e intensa jornada de trabajo en medio de la tragedia. «Nos ha comentado que la situación es mucho peor de lo que se ve en televisión y que hay muchos muertos».
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María José siente un profundo orgullo por labor humanitaria que realiza su hijo en estas misiones. «Estuvo también con la UME ayudando en el volcán de La Palma hace dos años y en el terremoto de Nepal, en 2015». Y también ha colaborado en tareas de extinción de incendios forestales en distintos puntos del país..
Pendiente de los medios cuenta que el pasado martes vio una imagen de Antonio en el telediario de Telecinco. «Se le veía de pie dentro de la furgoneta como dando instrucciones». Le tranquilizó ver a su hijo en perfectas condiciones. «De momento, no sabemos cuándo van a volver. No hay fecha».
Asegura que desde pequeño sentía pasión por los Cuerpos que velan por la seguridad. «Siempre decía que quería ser Policía Local». Al final encaminó su destino laboral por la carrera militar. Puente ha estado ocho años en el Escuadrón de Zapadores de Paracaidistas y ha viajado hasta siete veces a Afganistán, al destacamento permanente en la la Base de Apoyo Avanzado de Herat.
«La primera vez que fue tenía 19 años y era el efectivo de menor edad de la OTAN». Con los años, dice María José, «me he ido acostumbrando a estas cosas. Miedo siempre tienes, pero no es como cuando fue a Afganistán. Él esta contento de haber ido a Marruecos, de hecho tenía pensado haber venido unos día a Santoña, y se alegró de no haber venido al final, para poder ir a ayudar a Marruecos» .
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