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La clave está en superarse y lo hacen cada febrero. Las cinco agrupaciones que subieron a las tablas la pasada madrugada en la segunda preliminar del concurso de murgas de Santoña dieron una lección magistral. Curtidas en estas lides refrendaron que el amor que sienten ... por su Carnaval Marinero es incontestable. Como regalo, grandes perlas envueltas en pasodobles y cuplés que no dejaron títere con cabeza. Imposible escapar de las garras de sus letras. Desde Revilla hasta Paquirrín pasando por Pablo Echenique, pocos se libraron de los dardos de sus críticas.
Con este primer pase ya ha quedado desvelado el vestuario, el repertorio y la escenografía con el que juegan sus cartas las diez murgas que se postulan para ganar el certamen. Pero que nadie piense que ya está visto todo. El próximo viernes y sábado regresarán al escenario de la carpa de San Antonio con una nueva munición de letras y parodias guardadas en la recámara. Será entonces, cuando se conozcan los nombres propios que logren un puesto en la final pero, de momento, pasen y lean lo que dio de sí la pasada noche.
Para su 15 aniversario se han metido en la piel de políticos payasos que han convertido el Congreso de los Diputados en un circo. Representaron las distintas bancadas del hemiciclo ataviados los componentes con trajes brillantes de color morado, rojo, azul y verde. Hasta Tejero con su ¡Quieto todo el mundo! tuvo su momento de gloria.
Imitando a los dirigentes actuales promocionaron «medidas notables» para esta villa marinera, que no son más que «falsas problemas». Desde la Cámara se mostraron nostálgicos de las murgas de antaño que «se juntaban todas en los bares para cantar sus canciones reinando el cachondeo y buen ambiente y no las discusiones y rencores de ahora», pidiendo que no vuelvan a repetirse los insultos y cortes de manga del pasado certamen. Como buenos entendidos en política en el estribillo ironizaron con que ahora está de moda que los dirigentes sean «guapos» para gobernar, «da igual si somos listos y estamos preparados», por eso, se burlaron de que «Echenique no lo hará porque es más feo que una nevera por detrás».
Uno de sus cuplés disparó contra la inflación de los productos. «Sube la leche y el zumo, con ese coste voy a terminar por beber Brugal para desayunar». Estos parlamentarios cantaron estar hasta «los huevos» del reguetón y se mofaron del éxito de Paquirrín y sus canciones. Y tuvieron zascas hasta para Revilla que se vuelve a presentar cuando «solo es bueno para el Hormiguero».
Con el feminismo por bandera, desplegaron su arte y su garra Las Santas que trasladaron su «quinto puesto» de verduras y hortalizas de la plaza de Abastos a la carpa de San Antonio. Este grupo de mujeres conquistó al respetable con sus «productos frescos», y cántabros, desde «limones de Novales hasta patatas de las Vallucas». Estas 'Rosis', sobradas de desparpajo, brindaron un merecido reconocimiento a esas mujeres que vienen de los pueblos de alrededor a Santoña ya que «vender dos tomates lleva más trabajo de los que se creen muchos gobernantes» y denunciaron a los «mangantes» que echan por tierra los «campos de España» y especulan desde Bruselas con el sector de la agricultura.
Su lado más reivindicativo fue para condenar el «machismo rancio» y defender que una chavaluca «puede saltar sin problemas» a jugar en los campos de fútbol. Las carcajadas salieron a la luz al escucharlas que han pillado «un constipado en el coño» por ponerse en la larga cola de los Reyes Magos. A los nuevos policías les compararon con 'Los Hombres de Paco', aunque «les pasan cosillas de novatos» y no se enteran de que hay una banda que está robando en garajes, peñas y por las calles. Entre venta y venta se burlaron de los botones apretados de las camisas que luce el alcalde que, por cierto, bromearon, «nos deja sin clientas cuando se las lleva gratis de excursión a Santillana». Y, antes de despedirse, recomendaron vivir lo natural, «los abrazos de los padres, el recuerdo de los abuelos, la largas sobremesas.... que ya vendrán las deudas y el despertador».
La agrupación de mujeres más veterana del certamen -suma 35 febreros -impactó con una propuesta nunca vista hasta ahora en el concurso. Las Marchosas hartas de sentirse «invisibles» y de que el jurado no tenga en cuenta sus letras, sus disfraces, y escenografías optaron por salir totalmente de negro, sin nada de luz en el escenario dejando solo a la vista sus manos y pies enfundados en unos guantes y unos calcetines con zapatillas blancos fluorescentes que brillaban en la oscuridad. El movimiento de sus extremidades y su voces fueron lo único que pudo percibir el público. Una reclamación en toda regla para rogar que sea tenido en cuenta su trabajo. Y es que están cansadas de recibir «ceros» y quedar en última posición, «a pesar de las horas que hemos metido».
Con sus manos blancas rechazaron la guerra de Ucrania con «niños que juegan, entre escombros, a resistir y con el miedo en sus ojos a morir». Más que nunca se las escuchó pedir que el jurado del concurso de murgas esté formado por personas de Santoña «que conozcan el pueblo y nuestra fiesta». Acompañaron algunas de sus letras con dibujos con siluetas blancas y jugaron al 'veo y veo'. Donde parecería verse «una persona a la hora comer», era, en realidad, «Irene Montero aprendiendo a leer», se mofaron. Sacaron hasta la imagen del Faro del Caballo, que cada vez que intentan ir de excursión, aquello «parece el desembarco de las tropas de Napoleón». Como broche, pidieron disculpas al público si «esto que ves no era lo que esperabas y te he dejado descolocado», pero «no puede ser que mil personas estén ciegas».
El cachondeo llegó con ellos. Con quién si no. La irreverencia, el desenfado y la poca vergüenza es el sello de identidad de Los Maky's, que este febrero celebran su 20 aniversario. Y lo hacen saliendo de las profundidades del mar con unas sirenitas -acompañadas del besugo y el rey Neptuno- que lo darán todo «en el bar» y en el Carnaval para «pasar un buen rato». De primeras dejaron claro que la bahía es de Santoña y que «si los tiñosos quieren cogernos algo, que vengan y nos cojan la cola».
Con motivo de su especial cumpleaños repasaron todos los tipos que han lucido en las tablas a lo largo de su trayectoria para, seguido, pedir de dejarse de las «bobadas» del lenguaje inclusivo y reivindicar que «la mujer es lo más bello, el hombre ha de ser honesto y querernos, eso, es lo primero». Pusieron fino al presidente de España, Pedro Sánchez, que «todo lo que promete, no lo hace y siempre miente».
Y, felices en su mar, contaron que un día nadando por la playa de Berria y vieron la bandera azul ya no ondeaba ¿Por qué se fue? ¿Por qué se fue?... Tirando de Shakira se rieron de que «era un Rolex y, ahora, un Casio». Como Rosalía se mostraron «enfadás y enojás» por la gente que tira basura el mar. Animaron a sus compañeros murguistas «a unirse tomando copas» y antes de marcharse, dedicaron unas bonitas estrofas a la labor de los marineros.
Que mejor que despedir la fiesta de este fin de semana por todo lo alto con una boda. Los Galipoteros se enfundaron elegantes trajes coloridos y estampados para asistir a la boda gay de sus amigos, que se oficia en el Ayuntamiento de Santoña. Fueron esa cuadrilla de colegas que lo dan todo en la celebración del convite. No esperaban la invitación pero, una vez recibida, no pueden faltar y más este 2023 que cumplen 40 años sobre el escenario.
Antes de la diversión, se pusieron serios para rechazar la homofobia alimentada por «basura y patraña que viene de la prehistoria». Como vigentes campeones del concurso exhibieron su indignación por la «pesadilla» que vivieron al recibir el primer premio. Un «gesta» empañada por los gritos de tongo de «murguistas que no aceptaron la decisión del jurado».
Con la invitación de la boda en la mano, aprovecharon sus dotes economistas para copiar el número del banco que venía escrito para «domiciliar el Prime video, la luz, el agua y hasta el seguro». Se preguntaron qué le pasa a este pueblo, que «nos quitan la bandera, la Escuela de Pesca, la homologación de las sendas del monte...». En busca del amor acudieron al programa First Dates con la mala suerte que les tocó un fontanero de Laredo y, la boda, a punto estuvo de no llegar a buen puerto cuando el alcalde, en calidad de oficiante, advirtió a los novios que en el matrimonio tendrían que «hacer las cosas de casa, la cena y hasta bajar al perro». Antes de marcharse, dejaron claro que más allá de victorias lo quieren es cantar otros 40 años por febrero.
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