![Los Artistas se metieron en la piel de vendedores de cupones.](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2025/02/15/1492486819.jpg)
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En Santoña, en febrero, es tiempo de guasa, ironía y crítica deslenguada. Y si hay un espectáculo capaz de aglutinar estos 'ingredientes', ese es su ... insigne concurso de murgas. Una cita carnavalera en la que los disfraces y las coplas cobran vida con el único propósito de hacer vibrar al público. La villa celebró anoche la primera sesión de la fase de preliminares del certamen. Lo hizo con el cartel de completo. En torno a un millar de aficionados se congregaron bajo la carpa de la plaza de San Antonio. Había ansía por volver a encender la mecha de la fiesta.
Cuatro de las 13 agrupaciones que hay en liza pisaron las tablas para desvelar las propuestas, que llevan ensayando desde el pasado octubre. Derrocharon arte, garra y un ingenio capaz de sacar a punta a todo. En sus repertorios se cachondearon de Pedro Sánchez y su mujer, de Ábalos y hasta de Errejón. Soltaron su artillería pesada contra el alcalde de la villa, Jesús Gullart, y no pudieron evitar hacer parodia a cuenta de la redada por tráfico de drogas, que hubo hace unas semanas en el municipio. Hasta sacaron al escenario un figurante que, tirando de guasa, imitó a la anciana que iba con su tacatá vendiendo estupefacientes por los bares. Las carcajadas, al verla, se adueñaron del respetable.
La noche inaugural dejó un buen sabor de boca con la agradable sorpresa del estreno de la murga femenina, La Cantera, que desembarca en la categoría estelar pisando fuerte. La segunda batalla de coplas se librará hoy, sábado, a partir de las 22.30 horas, con las actuación de cinco murgas, mientras que las cuatro restantes se dejarán escuchar mañana, a las 19.30 horas.
Desde la ciudad del amor viajaron Los Amigos de Chechu para sumergirse en las entrañas del Carnaval marinero. Veteranos en esta lides abrieron el concurso con maestría y la elegancia que derrocha un buen parisino. Al son de un acordeón se presentaron cantando en un divertido francés a base de pronunciar palabras conocidas como cruasán, Mbappé, 'sefini', ratatouille o baguette y se mostraron encantados de cambiar la Torre Eiffel por un ascenso al Buciero.
Desde su terraza parisina se pusieron serios para denunciar «los trapicheos y drogas» en las calles de Santoña y dedicaron un emotivo pasodoble al murguista fallecido, Paquito Bodegas, que estará marcando el compás con su tambor en el cielo. Con una dosis de sorna, estos franchutes se acordaron de que era San Valentín y se imaginaron «a Sergio Abascal y a Jesús Gullart dándose un meneo».
Sacaron a relucir a Napoleón para ironizar que «con lo pequeño que era el cabrón» construyó en lo alto del monte El Fuerte del Mazo, y se burlaron del dron que ha comprado el Ayuntamiento para que «la Policía Local se toque los cojones y lo pilote por la noche en el sofá».
Al ritmo del 'Pedro Pedro Pedro Pe' preguntaron a Sánchez qué está pasando con tu mujer que «la persigue el juez». Y tan felices son estos franceses en Santoña que ya no quieren volver a París. «Donde esté un buen pan con anchoa que se quite la baquette con foie», ensalzaron en sus últimas estrofas.
Por Fin Juntos rescató del olvidó a los míticos superhéroes, que ya están algo viejos y achacosos, pero dispuestos a vivir con «ilusión y alegría» otro Carnaval. Esta murga, que celebra su veinte aniversario, se mete en la piel de unos particulares Batman, Spiderman y otros héroes de Marvel, que peinan canas y se medican.
Aparcaron por un rato sus capas para reivindicar a los verdaderos héroes aludiendo a los voluntarios de la Dana de Valencia y reprocharon a la sociedad que ignore a sus mayores como si fueran «invisibles». Con ingenio cantaron sobre esas mujeres que «se cambian de arriba a abajo, con prótesis en el culo y silicona en las cejas» y que cuando se mueran «lo más apropiado será reciclarlas».
Las risas se desataron al escucharlos bromear con que Santoña va a parecer un «Gran Hermano» con todas las cámaras de vigilancia que van a colocar y se cachondearon con que hay más ratas que vecinos, aunque este problema para Suso es «pequeñito». Lanzaron sus dardos contra Sánchez y la carga que está dando con 'Franquito'. «Esto empieza a parecerse a este muerto está muy vivo». Y antes de marcharse, rindieron tributo a Paquito Bodegas, «un murguista de verdad. Nunca te vamos olvidar».
Había expectación por ver a la tercera murga del cartel. La Cantera, agrupación femenina, se estrenaba en el concurso de adultos y lo hizo con una actuación estelar. Son la prueba de que el gran trabajo que se realiza con las murgas infantiles da notables frutos. La mayoría de sus integrantes se han curtido en esta categoría previa y, esa experiencia, se notó y mucho.
Aparecieron en escena representando a una tribu africana dispuesta a conquistar el Carnaval. Con la ilusión de la primera vez aseguraron estar cumpliendo juntas un sueño y agradecieron a los maestros que les contagiaron el amor por esta fiesta. Con firmeza criticaron que es «casi imposible» acceder a una vivienda y tildaron de «miserables» a los bancos.
Ya metidas en el popurrí lanzaron una pulla al concejal de Obras reclamándole que «saque el dinerito» para cubrir un parque infantil y seguido, repasaron las murgas más emblemáticas en los orígenes del certamen. Su mensaje más comprometido fue para pedir que pare el acoso escolar y desaparezcan esos «monstruos» que torturan y apagan la sonrisa de otros niños. Y con la sensación de haber cautivado al público, apagaron su grito de guerreras al compás de la caja y el bombo.
Para disfraz singular el de los Artistas que se transformaron en cuponeros de la Onze. Sí, escrito con z. Pero no iban de un vendedor al uso, sino que emulaban a un lotero de la villa, que va por las calles a «toda velocidad« a bordo de su patinete repartiendo la suerte.
Los campeones de la pasada edición volvieron a demostrar que la originalidad es uno de sus puntos fuertes. El otro es su humor fresco e irreverente. Y es que, cantaron, cuando todo está perdido, ellos te dan felicidad. «Te haré feliz como Errejón en una fiesta de pijamas o Abascal reunido con el Ku Klux Klan».
Sin salirse del personaje entonaron que lo suyo con el Carnaval es un «amor ciego. No te puedo ver, pero te siento». Y dieron un buen revés con sus voces a la política local lamentando que el cambio de gobierno «no ha valido la pena». «Después de dos años nos siguen tratando como a idiotas, con las calles abandonadas y los monumentos, plazas y parques sucios y descuidados», reprobaron
Tirando de doble sentido estos cuponeros hilaron un gracioso estribillo con que «en Santoña ha habido una redada y yo no he visto nada». Y remataron el tema versos después sacando al escenario a una «abuelita» que «siempre va repartiendo y mueve la bolsita con el tacatá». Y entre ventas de cupones, comprobaciones de devoluciones y carreras en patinete, sacaron su rabia contra las salas de apuestas, «negocios sin escrúpulos que causan ruina». Con la suerte echada, se despidieron recordando que la verdadera fortuna «son los abrazos de tu familia y amigos, que no hay dinero que esos momentos pueda comprar».
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Ana del Castillo
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