La obra para convertir los viveros de langosta de Isla en piscinas naturales encara su recta final

Ahora, sin la presencia de turistas, se retoma el proyecto que encara su recta final. La previsión, si no surgen inconvenientes, es que la actuación concluya para finales de año. «Si la pandemia lo permite las piscinas entrarán en servicio la próxima Semana Santa con el buen tiempo», pronostica el alcalde, José Manuel Igual.

Los obreros proseguirán los trabajos en la cetárea del campo de San Sebastián que ya deja entrever su nuevo fisonomía a falta de pequeños remates en el vaso. «Aún está pendiente la reparación de las compuertas manuales y revocar los muros perimetrales que se han restaurado». Hasta el momento, se ha ejecutado la pasarela de madera que facilita el acceso y a la vez sirve de solarium junto a unas escaleras para poder descender al interior de la estructura. Además, sobre el perímetro de los muros se ha instalado un vallado con cuerdas.

Enfrente de la piscina se ha construido un pequeño anfiteatro de piedra desde el que poder divisar a aquellos que aprovechen para darse un chapuzón. En el campo de San Sebastián, la actuación incluye la reordenación de los aparcamientos -no se perderán plazas - para ampliar las zonas verdes del parque existente. «En la parte del pavimento aún queda por colocar algunas baldosas y sobre todo el monumento a las gentes del mar», apunta el regidor. La base ya está instalada y se completará con una escultura conformada por tres manos: la de un hombre, una mujer y un niño acompañada de la leyenda: 'En recuerdo y agradecimiento a las familias que vivieron del mar y a las personas que perdieron su vida en él,' y de un poema marinero de Jesús Cancio.

La segunda intervención se acometerá en la punta del Sable. En este vivero aún no se ha llevado a cabo ninguna obra y antes de iniciarse la transformación habrá que preparar el acceso ya que su ubicación es más compleja y se debe respetar el entorno. «Se van a colocar unas planchas metálicas para poder introducir la maquinaria a través de la playa del sable». En este lugar también se va a rehabilitar una pequeña caseta de piedra como centro de interpretación y albergará paneles que contarán la tradición de la pesca de langosta en Isla e incluirán vídeos, a través de códigos QR, de cómo se pescaba este crustáceo.

Igual destacó que con este proyecto «recuperamos nuestro patrimonio cultural, natural y gastronómico y a la vez será un atractivo turístico que garantice un baño más seguro». El alcalde recordó que se ha trabajado durante cinco años en esta obra, que cuenta con todos los informes favorables regionales y estatales de impacto ambiental y «es respetuosa con la catalogación de patrimonio cultural que tienen estos viveros en el Plan General del municipio».