La obra de la residencia de mayores Santa Ana encara su recta final

Esta semana, el patronato de la Fundación ha mantenido una Junta en la residencia y tras la misma, sus integrantes han girado una visita para supervisar el estado de los trabajos que se encuentran «bastante avanzados». El recorrido lo hicieron guiados por los arquitectos Roberto y Javier Ansola, del estudio 'Arquitectos Ansola', responsables de la redacción del proyecto y directores de la obra.

Los trabajos se han llevado a cabo, tanto el edificio más nuevo, en funcionamiento desde 2009, como en el inmueble más antiguo. En ambos, las tareas se han centrado en mejorar el estado de las fachadas. La estructura más reciente, explican los arquitectos, «tenía un problema grave de filtraciones de agua». Las placas que cubren algunas partes de la envolvente del inmueble se deformaban, arqueándose y despegándose de las paredes. Una situación que provocaba la entrada de agua al interior de las habitaciones dando lugar a humedades. En cuanto al edificio de mayor edad, sus problemas estaban derivados de su propia antigüedad ya que suma 38 años. El paso del tiempo había dado lugar a problemas estructurales y a la oxidación de algunos elementos en unos pequeños balcones-jardineras que tienen las habitaciones y en unas piezas de la cubierta.

Los arquitectos a la vista de estas patologías plantearon un proyecto basado en restaurar la envolvente de las fachadas de los dos edificios, que ha permitido solucionar los problemas y a la vez, homegeneizar al aspecto exterior de ambos edificios. Hasta ahora, los inmuebles presentaban una imagen diferente entre sí y tras las obras «se han integrado y hemos hecho que ambos parezcan una unidad».

Los trabajos ejecutados en el inmueble más nuevo han consistido en retirar todas las placas en mal estado y con riesgo de desprenderse, mientras que el resto de placas se han utilizado como base para colocar la nueva imprimación con un mortero hidrófugo, una malla aislante y con una pintura especial al corcho que aguanta mejor el calor y el frío. «Se consigue frenar el deterioro, aislar la fachada y darle un nuevo aspecto». En el edificio más reciente, la parte que tiene ladrillo no se ha tocado mientras que en el antiguo se ha actuado en toda la envolvente.

«Los trabajos realizados están ya al 80% y básicamente quedan los remates. La idea, que ya hemos hablado con la dirección de la residencia, es que estén acabados para el Día de Santa Ana (26 de julio), que es una fecha importante para el centro, y que se pueda inaugurar», adelantan los arquitectos.

Durante la visita, los integrantes del Patronato, entre los que se encuentra el alcalde, Sergio Abascal, el párroco Alberto García, el médico de la residencia y el primer teniente de alcalde, Fernando Palacio, acompañados por la dirección, destacaron la «buena evolución de los trabajos».

Abascal, que por su condición de regidor preside la Fundación Pumarejo Azcue, señaló que esteproyecto era «muy necesario» y «viene a eliminar las patologías que presentaban tanto el edificio nuevo como el viejo». Con estos trabajos, dice, «se han puesto en orden ambos inmuebles que presentaban graves problemas derivados principalmente de algún daño estructural y de las filtraciones de agua que estaban generalizadas en muchos puntos. Se ha realizado una actuación muy importante en todo lo que afecta a envolventes, terrazas, elementos verticales, paredes y fachadas de las zonas de los patios interiores y exteriores».

El regidor indicó que se están cumpliendo los plazos de ejecución y las obras «estará finalizadas para julio». La actuación ha supuesto un importante desembolso, sufragado íntegramente por la Fundación, pero «lo importante es que estamos atajando los problemas más acuciantes que tenía la residencia».

Por su parte, Fernando Palacio, mostró su satisfacción con el resultado de los trabajos y destacó que esta actuación «la llevábamos en nuestro programa electoral». Con estas obras, «se consigue dar un buen servicio tanto a los usuarios de la residencia como a los trabajadores y que esté al mismo nivel que el resto de centros de la comarca oriental de Cantabria». La directora de la residencia, Araceli Castillo, hizo hincapié en el notable cambio que ha experimentando el aspecto exterior de la residencia y valoró que «cuando terminen las obras los usuarios podrán volver a hacer uso de los jardines – que han estado vallados por seguridad – y lo van a agradecer mucho».