El ala oeste de Chiloeches ya es historia

A lo largo este tiempo, el partido Santoñeses ha recurrido a la Justicia en busca de una figura de protección que librara a la estructura de la piqueta. Sin embargo, los tribunales les han dado la espalda fallando, una y otra vez, que el ala oeste no es Bien de Interés Cultural (BIC). O lo que es lo mismo, que carece de valor histórico.

Una tesis que, en todo este proceso, han defendido el Ayuntamiento de Santoña y la Consejería de Cultura. Solo goza de protección el edificio principal de fachada blasonada, que el Consistorio quiere comprar junto a su jardín sur para integrarlo en el patrimonio municipal.

El último auto dictado por el Tribunal Supremo el pasado mes de octubre fue clave para dar vía libre a la demolición. Esta alta instancia declaró firme la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), en la que se desestimó el recurso de Santoñeses contra la resolución de la Consejería de Cultura que denegaba su petición de ampliar el BIC al ala oeste. Se agotaba así el largo periplo judicial abierto.

Con estos pronunciamientos firmes sobre la mesa, el siguiente paso lo dio el pasado mes de enero la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Cantabria, autorizando los dos proyectos presentados por la propiedad para derribar todas las construcciones anexas al inmueble y para restaurar la cubierta. Por último, hace unos días el Consistorio concedió las correspondientes licencias de obra.

Los dueños no han querido esperar para arrancar con los trabajos. El pasado martes se valló el entorno como preludio de un desenlace que se materializó en la mañana de ayer. Dos grúas excavadoras procedieron a la demolición del ala oeste, en avanzado estado de ruina, que quedó reducido a escombros al final de la jornada. Una actuación que, para el alcalde Sergio Abascal, supone «dar absoluto cumplimiento a las resoluciones judiciales y a los actos administrativos dictados para el desarrollo de la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana del municipio relativa a esta área». Una modificación que también fue recurrida por la Asociación en Defensa del Patrimonio de Santoña y que los tribunales desestimaron igualmente.

Para Santoñeses el de ayer fue un día «triste» y «muy negro» para la historia local y el patrimonio de todos los vecinos. Con la demolición, lamenta el portavoz del partido Jesús Gullart, «se ha terminado con 210 años de historia de un edificio que siempre ha sido muy importante para Santoña».

El derribo, reconoció, ha sido «una sorpresa», ya que se ha efectuado en un día festivo en la villa en el que «por normativa no se debería de trabajar». Además de esto, Gullart recordó que este mismo lunes su partido registró en el Gobierno de Cantabria el recurso de alzada contra la denegación de Patrimonio de incoar expediente para declarar el ala oeste Bien de Interés Local (BIL). Por tanto, defiende que la vía administrativa aún no estaba agotada y que, entretanto, «ya habíamos advertido en varios escritos que no se podía tomar ninguna decisión que fuera irreversible».

El edil de Santoñeses explicó que ayer, nada más tener constancia de las obras, contactó con Patrimonio que «desconocía el derribo que se estaba llevando del ala oeste». En dicha comunicación preguntaron «qué repercusiones jurídicas y técnicas va a tener ahora el recurso que hemos presentado acogiendo a nuestro derecho a hacerlo» y critica que «la decisión de tirar para adelante ha sido unilateral del Ayuntamiento y de la propiedad». Por ello, concluye «vamos a ver qué repercusiones legales puede tener esto y sobre todo, depurar responsabilidades».

El alcalde aseguró que el recurso que ha presentado Santoñeses es «ilícito», ya que «intenta vulnerar e ir en contra de resoluciones judiciales que son firmes y que hay que cumplir». El socialista critica que este partido «lleva mintiendo muchos años con este asunto y van a seguir mintiendo hasta el final». Actúan con «absoluta temeridad y mala fe». Sus derechos «no son eternos» y lo que no puede pretender, «y así lo dice la Jurisprudencia», es emplear los mismos argumentos de forma reiterativa y «forzar a la administración a que dicte y conteste escritos de petición con el único fin de reabrir procesos judiciales y así seguir sacando rentabilidad electoral». Además, añade, su derecho a recurso «no genera ninguna suspensión de ejecución. Vuelven a engañar a la población».

Los actos que ha dictado el Ayuntamiento de Santoña, explica Abascal, son a los está obligado. «Conceder la licencia de obra para llevar a término la modificación puntal 38 del Plan General» cuya aprobación es, por sentencia, «firme e inatacable». La misma contempla «dejar libre a los cuatro vientos el Palacio, único a bien proteger, y reordenar su entorno», que es lo que está realizando actualmente. Una vez se derriben todas los anexos la propiedad restaurará el tejado.

Cuando ocurra esto, el propósito del Ayuntamiento es comprar el inmueble y su jardín sur. «Estamos ya en el proceso. Se hará a través de una reparcelación. Es prácticamente seguro que la adquisición, que se sufragará con los remanentes de tesorería, pueda llegar a bueno puerto antes de que finalice el año y luego, habrá un largo proceso de rehabilitación interior».