La orquesta Panorama desata la locura en Meruelo

Entre el público congregado hubo claramente dos bandos. Los que conocían al grupo gallego, especialmente la juventud, que se entregaron a sus canciones sin tiempo para parar de bailar en las tres horas de concierto. Y los que que les vieron por primera vez, y se quedaron con la boca abierta ante semejante espectáculo audiovisual.

«Ha sido casi como ver un musical con tantos cantantes, músicos, las luces, los cambios de vestuario, los disfraces, las coreografías… ¡ha estado genial!», exclama Maribel, vecina de Beranga, que, tras el punto final, intentaba, junto a su pareja, hacerse un hueco entre la marabunta para salir del recinto. «Me he acercado porque había oído que eran buenos y han superado mis expectativas», asegura con ganas de volver a ver al conjunto el próximo verano.

La actuación de anoche fue un chute de energía, diversión y emociones fuertes. Desde que entró en escena, la orquesta Panorama exhibió sus avales para ser considerada por muchos como la mejor del país. Los primeros minutos del show fueron impactantes.

Los artistas se presentaron ante la multitud sobre unas plataformas colgantes y luciendo trajes de robot con luces led blancas. Brillaban en la oscuridad al ritmo de los tambores que tocaban. «Bienvenidos a una noche mágica, que no olvidaréis en vuestra vida», dijo un rostro del futuro proyectado en una pantalla, que anuncia que «llegó la Inteligencia Artificial». Es el nombre que le ha puesto Panorama a su gira de este año, que concluirá el próximo mes de noviembre con cerca de 200 actuaciones por toda la geografía nacional. Un número de conciertos que supera y con creces al de artistas de renombre.

Con la potente canción de Bohemian Rhapsody del inigualable Queen, seguida de su archiconocido tema We are the champions arrancó un espectáculo único protagonizado por 22 artistas. Entre cantantes, músicos y bailarines. Entraron y salieron del escenario continuamente desplegando coreografías imposibles, perfomances, acrobacias… y música, mucha música. De fondo varias pantallas con múltiples luces de colores que hacen que no sepas a dónde mirar para no perder detalle del show.

No hubo ni un solo segundo de respiro. Desde que invitaron a la muchedumbre a saltar con la versión española 'Será porque te amo' ya no hubo vuelta atrás. La orquesta enlazó un tema tras otro, sin perder intensidad. Lo dieron todo en el escenario interactuando con el público y alentando a mover la mano de un lado a otro al grito de «¡Panorama oeee, Panorama oe oe oe!» para que nadie se enfriara.

«Nosotros los vimos a finales de agosto en Noja y nos gustó tanto que hemos repetido en Meruelo», cuentan Juan y Amaia, un matrimonio bilbaíno que tiene su segunda residencia en la villa costera. «Es un conjunto que anima mucho y atrae a todo tipo de públicos». A los que más, a los jóvenes, que, gracias al innovador estilo de este grupo gallego, han vuelto a pisar las verbenas. Ayer copaban las primeras filas manos al aire y grabando al ambiente en unos móviles que dejaron prácticamente sin batería.

A lo largo de la vibrante velada que se prolongó hasta pasadas las dos de la madrugada, sonó un poco de todo. Los grandes éxito de ayer y de hoy, los ritmos más bailables y los mix de temas pegados en la memoria musical. Desde Chayanne hasta Aitana pasando por Nino Bravo y Laura Pausini. El cuerpo de baile movió la cintura al ritmo del «reguetón antiguo» de Don Omar y de Daddy Yankee, sin olvidarse de los ritmos actuales de Sebastián Yatra y Manuel Turizo, que conquistan a las nuevas generaciones.

Hubo también tiempo para cantar 'Princesa', de Pereza, 'Zapatillas' del Canto del Loco y el 'Devuelve a mi chica', de Hombre G. Y la carpa se vino arriba con la 'Hora loca' con un componente ataviado de King África y otro de mapache al ritmo de 'Pedro' de Raffaella Carrá, mientras se lanzaban globos gigantes.

Para cada estilo musical lucieron un vestuario diferente. De colores llamativos, fluorescentes. Exhibieron flecos, lentejuelas, plumas, cuero, mallas... Hubo pocos instantes para las canciones lentas, pero la versión del 'Me quedo contigo', que interpretó Rosalía en la gala de los Goya fue hipnótica. Los cantantes aparecían en el escenario desde lo alto de plataformas redondas y desaparecían como por arte de magia por debajo de las tablas.

En las primeras filas Luisa y Pili se mostraban «maravilladas». «Hemos venido desde Liérganes porque ayer nos quedamos con las ganas de verles. Fue un chasco que se suspendiera», reconocen, aunque en tan solo unas horas se quitaron el disgusto. «A ver si el año que viene les vuelven a contratar y el tiempo nos deja verles en nuestro pueblo», dicen a modo de deseo.

La carpa estuvo abarrotada. En algunos momentos se proyectó en las pantallas la imagen del recinto con el cartel de 'completo'. Los asistentes, de todas las edades por cierto, bailaron hasta la madrugada sin quitar la vista al elenco, entre los que sobresalen los músicos tocando la guitarra, la batería, el saxofón, la trompeta y el trombón en riguroso directo.

«Es difícil quedarse con algún trozo del espectáculo». Todo fue muy rimbombante. Nadie se esperaba a un hombre Robocop y mucho menos a un gimnasta colgado de unas anillas y dando giros como en los juegos olímpicos. Meruelo se rindió anoche a los pies de la orquesta Panorama. Con su confeti, sus llamas y sus ganas de hacérselo pasar bien al personal. Porque lo vivido anoche fue «inolvidable». Ya lo avisaban en la presentación y cumplieron su palabra.

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