Los turismos circulan detrás de los ciclistas a la espera de que el carril contrario esté libre de vehículos para poder adelantar.A. C.
El «peligro» de las bicis por el vial de los puentes
Seguridad vial ·
Santoña, Argoños, Escalante y Bárcena de Cicero quieren prohibir el paso a los ciclistas por el riesgo que corren, mientras que los afectados piden que se respete la velocidad y más sensibilidad
Es posible prohibir la circulación de bicicletas a lo largo de los cuatro kilómetros de la conocida como carretera de los puentes? La consulta la han formulado, mediante un escrito conjunto, los Ayuntamientos de Santoña, Argoños, Escalante y Bárcena de Cicero (los cuatro municipios por los que discurre), que proponen a la dirección general de Obras Públicas «restringir» el tránsito de ciclistas por esta carretera autonómica, la CA-241, alegando el «serio peligro que corren» aquellos que la atraviesan sobre dos ruedas.
El planteamiento no es nuevo –siempre ha habido vecinos de estas localidades demandando que no se les deje rodar por este vial para evitar «una desgracia» –, pero, hasta ahora, no se había trasladado formalmente la polémica medida a la autoridad competente. La última palabra la tiene la dirección de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria, donde están incluidas las carreteras regionales. Este periódico ha preguntado a la Consejería de Fomento si es posible llevar a cabo la prohibición, pero se limitan a decir que recibirán a los cuatro alcaldes. «Cuando conozcamos sus propuestas las valoraremos». Nada más.
Los regidores de Santoña, Jesús Gullart; Argoños, Juan José Barruetabeña; Escalante, Francisco Sarabia, y Bárcena de Cicero; Gumersindo Ranero, hablan en el documento de una «inquietud» por el tránsito cada vez más numeroso de bicicletas por este vial que «no cuenta con arcén, tiene varias curvas con escasa visibilidad y está rodeado de agua por sus dos lados». Dicen que la propuesta es al objeto de paliar la sensación de peligro que, creen, «corren los más débiles» frente a los turismos y vehículos pesados. Como alternativa recogen otra ruta «más segura» como es la carretera CA -141, de Santoña a Gama.
Sin embargo, los ciclistas que hacen uso de la carretera de los puentes rechazan de pleno esta restricción. Abogan por la convivencia de vehículos y consideran que el peligro al que se alude viene derivado, en gran parte, porque los coches circulan a «mucha más velocidad» de la permitida, 70 kilómetros por hora en las rectas y 50 en las zonas de curvas. «Los ciclistas de la zona sabemos que es una carretera que los sábados por la mañana (coincidiendo con la celebración del mercadillo en Santoña) conviene evitar porque hay una gran densidad de tráfico, pero la mayoría de problemas viene porque los coches van a una velocidad superior a la permitida», expone el cicloturista santoñés Adrián González. Él procura usar poco este vial para rodar, aunque no ve necesaria la prohibición. Es más partidario de otro tipo de soluciones, como un carril adicional paralelo o disminuir la velocidad. «Lo que no veo razonable es castigar a la víctima en vez de al infractor».
Las frases
Cicloturista de Santoña
Adrián González
«La mayoría de problemas viene porque los coches van a una velocidad superior a la permitida»
Vecino de Argoños
Kevin San Emeterio
«Me parece perfecto, porque es una carretera sin arcén y en las curvas no se ve nada»
Vecina de Argoños
Cristina Hernández
«Más que prohibir es el sentido común y el apego que tengas a tu vida. El ciclista tiene las de perder»
En el mismo sentido, Valentín Peña, madrileño que pasa unos días en Santoña, califica, subido a su bici tras recorrer el tramo hasta el albergue, de «nefasta» la mera consulta de prohibición. «Me parece que es retroceder cuando lo que hay que hacer es potenciar el uso diario este tipo de transporte y facilitar la seguridad». Entiende el riesgo existente, pero lo que «hay que tener es más respeto y sensibilidad», apostilla.
El riesgo para los ciclictas y los conductores es evidente.
A. C.
Del otro lado, son numerosas las voces que ven con buenos ojos la propuesta. El joven Kevin San Emeterio utiliza la bicicleta para desplazarse desde su casa en Argoños a Santoña, pero cubre el recorrido por el paseo peatonal que existe en este tramo. «Ni me planteo ir por la carretera». Dejar libre de ciclistas el vial le parece «perfecto». «Es una carretera sin arcén y lo veo bastante peligroso. Los coches, además, van a más de 70 y en las curvas no se ve nada. Cuando tomas una curva no sabes si va haber después tres ciclistas o tres paisanos andando».
Cristina Hernández y su hija cruzan desde El Gromo hasta Santoña caminando, aunque también son conductoras. «En parte lo vemos bien porque en las curvas no se ve y es muy peligroso de cara al ciclista. Tienen carriles bici en otras carreteras cercanas para ir seguros, pero no los utilizan». No obstante, la madre matiza que más que prohibir se inclina por el sentido común y el apego que cada uno tenga a su vida. «Y el ciclista, en este caso, siempre tiene las de perder».
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