El Peralvillo, donde la vida fluye

Otros nos afirman que el rincón favorito es el Muelle, el límite oeste de la villa. El Muelle es la vida de Santoña, es su industria, es refugio de barcos pesqueros y deportivos… Santoña es el puerto y el puerto es Santoña.

Para muchos santoñeses y visitantes, el mejor rincón son las Marismas, área degradada hasta los años cincuenta del pasado siglo, a la que se vertían los desagües del saneamiento municipal, así como los escombros y residuos sólidos urbanos, y a la vez nos surtía de peces y crustáceos de todo tipo para la mejora de la economía familiar de muchos paisanos. Hoy en día, las Marismas están totalmente protegidas y desde hace años declaradas reserva. Son uno de los mayores atractivos de nuestro pueblo, no solo para biólogos y expertos de todos los países, sino para el visitante en general amante de la naturaleza.

También hay quien defiende que los mejores rincones de Santoña son sus playas. Dispone la villa de dos playas:la recoleta y abrigada SanMartín, llamada también El Pedregal, que es la playa de los santoñeses, por su cercanía al casco urbano, por lo apacible de sus aguas y por la formación de sus entretenidas charcas. La playa más importante es la de Berria, arenal de casi dos kilómetros de longitud y casi uno de anchura en bajamar: su belleza y majestuosidad, su finísima arena, su entorno… Berria es, como la canción popular dice 'De toda España el más bello rincón'.

Otro de los más bellos rincones para los santoñeses es su monte. Hay importantes yacimientos arqueológicos que demuestran que en nuestra villa ya había vida humana en el paleolítico, unos diez mil años a.d.Cristo. También se hayan una serie de fortalezas, refugios, baluartes… que tuvieron su esplendor en los siglos XVII al XIX y jugaron su papel preponderante en nuestra historia. Además el monte disfruta de unos valores medioambientales, algunos sin parangón en la costa cantábrica, como su hermoso encinar.

Sin embargo, para el que esto les escribe, el mejor rincón de Santoña es su pueblo y su gente.

Y dentro de su trama urbana, un rincón primoroso, envidiable y vivo, como es la Plaza del Peralvillo, oficialmente de Manuel Andújar. No es el Peralvillo la plaza más importante de Santoña, están por delante la Plaza de la Villa, la de San Antonio y la de Abastos, pero sin duda es la que más vida tiene de todas ellas. Cual rosa de los vientos, al Peralvillo confluyen seis calles a los puntos neurálgicos más importantes de la villa. Pero lo más importante es su vida, vida social, comercial, sus bares. Con centro en la Plazuela y en un radio de cien metros podemos llegar a veinticinco bares y, aunque solo fuera por eso, el Peralvillo es mi rincón.