El puerto pesquero de Santoña dispondrá de más amarres para las costeras de 2025

La intervención se acometerá a lo largo del próximo año y cuenta con un plazo de ejecución de doce meses. Si todo marcha sin imprevistos, podría ser una realidad para comienzos de 2025. La actuación aumentará la capacidad de atraque de los barcos, especialmente en las campañas de la anchoa y del bonito, las que registran mayores cantidades de descargas, y evitará los problemas de inseguridad actuales en las maniobras y cruces entre los pesqueros.

El proyecto responde a una insistente demanda del patrón mayor de la Cofradía de Pescadores Nuestra Señora del Puerto, Miguel Fernández, que, en reiteradas ocasiones, ha expresado la necesidad de generar nuevos puntos de embarque en el puerto local. Y es que, es tal el volumen de pesqueros que eligen el cabildo para dar salida a las capturas en los meses de primavera y verano -hasta cerca de un centenar a la vez en alguna jornada- que la dársena principal se queda a todas luces pequeña. Una situación que se pretende revertir con esta especie de pantalán adicional.

La redacción de este proyecto se puso en marcha en 2022, pero ha tardado en salir a licitación ya que ha requerido de los informes favorables y autorizaciones de Biodiversidad y la Demarcación de Costas. Fue el pasado agosto, en una reunión del consejero de Fomento, Roberto Media, con el responsable de la Cofradía de Pescadores cuando se anunció su próxima ejecución.

Ahora, ya se ha dado el paso más importante con la licitación de la obra, abriéndose un plazo para la presentación de ofertas hasta el 2 de enero. Seguidamente, se adjudicará a la empresa que obtenga la mayor puntuación en la mesa de contratación.

La obra consistirá en construir en la cara oeste de los dos diques de cierre de las dársenas del puerto unas estructuras que permitan el amarre provisional de embarcaciones. Para soportar esta superficies se hincarán unos pilotes de hormigón prefabricado y, seguidamente, se colocará la primera planta de vigas y una segunda línea de pilares, sobre las que descansarán unas placas alveolares que conformarán el forjado de la machina.

El acabado de la superficie se realiza con dos capas de mezcla bituminosa en caliente y se instalará una cantonera metálica de protección en el borde superior de atraque. Además, se proyectan bolardos y anillas para el amarre y escaleras para facilitar el acceso desde el mar.

Actualmente, estas dos zonas no pueden funcionar como machina en su lado exterior por la existencia de una escollera que las cubre e impide amarrar el barco de forma segura. Con la intervención se va a generar una estructura por encima de esa escollera que va a ampliar el muelle en vertical y posibilitará el atraco de cualquier barco. Las dos zonas de actuación son: el dique norte (la parte en la que está el depósito de gasoil), donde se ganará una superficie de 572 metros cuadrados, y el dique sur (el lado donde están los barcos de recreo), donde se generará una superficie de 766 metros cuadrados.

La dársena pesquera dispone actualmente de 478 metros de atraque, con una capacidad para unos cincuenta barcos. Una cantidad es insuficiente, especialmente, en abril, mayo y junio, cuando llegan a amarrar simultáneamente más de un centenar de pesqueros procedentes de todo el Cantábrico para descargar y subastar el bocarte, por lo que las líneas de atraque quedan sobrepasadas.