
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De la mar, nunca se puede hacer predicciones. Aventurar cómo se van a desarrollar las costeras el próximo año es un ejercicio de osadía. Demasiados ... factores, fuera del control humano, condicionan las capturas de pescado. Lo que sí se puede hacer, a punto de concluir la travesía de este 2022, es asegurar que el puerto de Santoña va a cerrar un año histórico en mayúsculas. Con cifras de descargas de récord, que revalidan su hegemonía sobre el resto de lonjas de Cantabria y lo posicionan entre los más codiciados del Cantábrico.
La Cofradía de Pescadores Nuestra Señora del Puerto ha visto pasar por su báscula, nada más y nada menos, que 16 millones de kilos a lo largo de este año, lo que se traduce en una facturación de algo más de 28 millones de euros. «Hemos batido un nuevo récord», sostiene el patrón mayor de la lonja, Miguel Fernández. Nunca antes se había subastado tal cantidad de pescado: «Es una barbaridad». Lo normal, dice, es vender en torno a unos 13 millones de kilos pero, en los últimos ejercicios, la Cofradía santoñesa ha ido aumentando su arqueo y parece no haber alcanzado su tope.
9,6millones de kilos de bocarte se han vendido a un precio medio de 1,36 euros el pequeño y a 2,59 euros el más grande.
Por comparar, el puerto de Santoña en 2019 llegó a subastar 12,6 millones de kilos; en 2020, el año de la pandemia, capeó el temporal con otros 12,8 millones de kilos; y fue ya la campaña pasada cuando dio un salto con 14,2 millones de descargas, que este año han crecido hasta los 16,2 millones de kilos. El patrón mayor del cabildo firmaría por repetir este «excepcional balance», si no fuera porque los beneficios reales que ha obtenido el sector pesquero en este 2022 se los ha comido el gasto del combustible, que se ha pagado a 1,30 euros el litro. En cualquier caso, Fernández reconoce que ha sido un año «muy positivo», matizando siempre que él habla de la Cofradía, ya que, luego, cada empresa, cada embarcación, tiene sus propias cuentas y circunstancias. Este optimismo no es extrapolable a toda la flota local.
La estrella de la lonja
Como es habitual, la costera del bocarte ha vuelto a erigirse en el pilar sobre el que sostiene el espectacular cómputo. El cabildo santoñés ha subastado 9,6 millones de kilos de anchoa que han supuesto 14 millones de euros. Es decir, la mitad de la facturación total. La campaña del bocarte se ha caracterizado por la abundante cantidad, la calidad y por dar la cara cerca de casa. Los ejemplares de menor tamaño (entre 36 y 55 granos) alcanzaron un precio medio de 1,36 euros, mientras que las piezas más grandes (por debajo de los 35 granos) subieron hasta los 2,59 euros. «El precio ha subido en las pescaderías pero aquí, en lonja, se ha mantenido en relación al 2021», apunta Fernández.
1,4millones de kilos de bonito se han descargado en Santoña, alcanzando los 4,40 euros de media por pieza.
El puerto de Santoña, en la pasada primavera, llegó a recibir hasta 80 barcos en una jornada para subastar el bocarte capturado en alta mar. El trajín en las instalaciones fue incesante. Las embarcaciones tuvieron a esta lonja en los meses de abril y mayo como punto de referencia para descargar la especie. Las cifras refrendan esta afirmación. Y es que del total de la cuota capturada este año, 22,3 millones de kilos, prácticamente la mitad, 9,6 millones, se han vendido en Santoña. «Hemos subastado un 42% de la cuota global del Cantábrico –cuenta orgulloso–. Lo del bocarte ha sido de récord».
Para dar cabida a semejante cantidad de embarcaciones, la Consejería de Obras Públicas tiene previsto llevar a cabo un proyecto para adecuar la cara oeste de los diques de cierre para su utilización como machina y, generar, por tanto más atraques. Una actuación que se licitará a finales de 2023. Para la próxima costera del bocarte, lo que sí está previsto es crear una salida directa desde el aparcamiento de la Cofradía a la rotonda que comunica con la carretera de los puentes, evitando así que los camiones circulen por el vial municipal que discurre frente al puerto.
El patrón mayor destaca que los pesqueros se decantan por el puerto santoñés «por la buena organización de las descargas, se hacen muy rápido, y porque tiene unas infraestructuras y servicios acorde a los tiempos». A ello, suma, que «contamos con importantes compradores de pescado (mayoristas, frigoríficos...) y sobre todo, tenemos acuerdos con las grandes superficies, lo que revaloriza las capturas haciendo que cada vez entren más barcos».
3,2millones de kilos de verdel han entrado en la lonja santoñesa, un millón más que el año pasado.
La otra costera que marca el balance del cabildo es la del bonito. De esta especie, se han subastado 1,4 millones de kilos con unos ingresos de 6,2 millones de euros. «Se han pescado unos 300.000 kilos menos que en 2021, pero el precio medio ha sido un euro más alto (4,40 euros/pieza)». Para Fernández ha sido una campaña «normal», aunque no se haya cubierto la cuota fijada. «En los últimos tres años se agotaba en agosto, pero eso no es lo normal. Yo estoy contento porque han pescado bonito tanto los barcos de vivero como de cacea». En cuanto a la campaña del verdel, la primera del año, se han descargado 3,2 millones –un millón más que el año pasado– a un precio «bastante bueno», rondando los 1,56 euros para el de anzuelo.
En este recuento, Fernández resalta la presencia de la merluza, que ha pasado de una descarga residual a dispararse gracias al ingreso en la Cofradía de dos volanteros gallegos. «Pescan en la costa francesa y llevan muchos años vendiendo aquí y viendo cómo funcionamos, se han registrado». Esto está contribuyendo a que esta especie crezca en la lonja ya que al tener precios más competitivos entran más barcos de fuera a dar salida a la merluza.
De cara a 2023, el patrón lamenta que Bruselas haya eliminado la cuota de jurel (chicharro), permitiendo solo su pesca accidental: «No se va poder pescar en el Cantábrico en la octava C y Cantabria será la más perjudicada». Así, la casilla del chicharro pasará de los 670.000 kilos de este año, con un beneficio de casi un millón de euros, a cero.
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Ana del Castillo
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