Ahora sí... Santoña se anuda el pañuelo marinero

El jolgorio y la euforia se desbordaron en ese instante a borbotones. Los santoñeses sacaron de sus adentros todo el regocijo acumulado en los tres últimos años en honor a su patrona. A ella se entregarán los próximos nueve días. Que se prometen largos e intensos. Como el de esta noche. Que arrancó con el multitudinario pregón a cargo de la peña Juan de la Cosa, en el que no faltó ni la inoportuna lluvia.

La música de la charanga Los Ronceros y de la Banda de Cartón caldeó el ambiente para recibir a este emblemático colectivo, que subió al escenario con motivo de su 40 aniversario. En realidad, su cumpleaños fue el año pasado, pero han tenido que esperar a este 2022 para festejarlo con sus vecinos. Cosas del covid que lo ha retrasado prácticamente todo.

Enfundados en su tradicional camiseta azul, los integrantes de la peña Juan de la Cosa se presentaron ante su pueblo entre orgullosos y nerviosos. La estampa, desde lo alto de las tablas, era poco más que mágica. Los gigantes y cabezudos sobresalían entre el inmenso gentío que había depositado en ellos la mecha de la ilusión.

Autoridades locales, representantes de peñas locales y las Manolas se distribuyeron a lo largo del escenario para arropar a los verdaderos protagonistas. El primero en salir a escena fue Pedro López Rasines, peñista que hizo las veces de portavoz rememorando la constitución del grupo el 14 de marzo de 1981. En una pantalla se proyectaron imágenes de los fundadores. Aquellos jóvenes, hoy hombres veteranos, entendieron que «asociándose es como mejor iban a contribuir a realzar la actividad cultural y recreativa de aquella Santoña». El público les recibió con un sonoro aplauso cuando pisaron al escenario. Rasines confesó que dar el pregón además de un honor es también un marrón, pero «decimos enviar a nuestro embajador, Manuel Larrañaga, a Santiago de Compostela a pedir inspiración al apóstol para no hacer el ridículo». Realizó el Camino. Ida y vuelta. Después, se dejaron ver los componentes de la peña en activo. «El resultado de aquella semilla plantada hace cuatro décadas».

Los que organizan la fiesta de San Juan y participan en el Día del Marinero, la Cabalgata de Reyes, la fiesta de los mayores, la Feria de la Anchoa..., siendo conocidos por su magnífica labor en los fogones asando sardinas y guisando marmite. Entre sus filas, contaron, hay socios de Navarra, País Vasco, de Madrid y hasta dos de Laredo. «Somos internacionales», bromearon. El deseo de la peña es durar «muchos años más». Y ese futuro parece garantizado con las nuevas generaciones que les arroparon en la primera línea del escenario.

Cuando empezaron a caer las primeras gotas de lluvia lanzaron un último mensaje abriendo los brazos a los forasteros que acudan a Santoña estos días y animando a los vecinos a disfrutar de «las fiestas más grandes del Norte». Ellos, estarán en todos los actos. Y tras sus palabras, el sonido de las mil y una emociones. El del chupinazo envuelto en una marea de papelillo blancos y rojos. El gentío entonó entonces el himno local con los brazos en alto mostrando el pañuelo marinero. La primera en lucirlo fue la gran figura de la Virgen del Puerto, que presidió la plaza desde un lateral. Se lo colocó Toli, su creador. Tras ella, todos los santoñeses se anudaron el suyo al cuello dando vía libre a la algarabía.