Santoña aprueba la compra del Palacio de Chiloeches por casi 1,6 millones de euros

El equipo de gobierno (PSOE y PRC) apoyaron el trámite de compra, mientras que Santoñeses y PP optaron por la abstención, alegando, entre otras cuestiones, la elevada tasación del palacio. Tanto el alcalde Sergio Abascal, como su socio de coalición, Fernando Palacio, recordaron que hace justo un año en el mismo salón plenario se acordó el compromiso y la voluntad del Ayuntamiento de comprar Chiloeches y, tras una tramitación «escrupulosa», hoy (por ayer) «damos cumplimiento y hacemos realidad ese acuerdo adoptado».

El regidor indicó que el expediente de compra se ha cerrado en 1.585.000 euros. No obstante, con posterioridad, este importe de venta se verá compensado con una serie de cantidades, que rondan el medio millón de euros, y que la propiedad tiene que abonar al Consistorio. En concreto, debe hacer frente a la monetización de los aprovechamientos urbanísticos que corresponden al Ayuntamiento en esta área, valorados en 395.000 euros, así como a los costes de ocupaciones por andamiaje, pendientes de pago, cifrados en 120.000 euros.

Abascal quiere ahora mirar al futuro y abogó por «caminar todos juntos» para obtener la cofinanciación necesaria de otras administraciones para comenzar a rehabilitar el inmueble - la fachada, las estancias interiores y la zona ajardinada - con el firme objetivo de convertirlo en un «referente cultural» del municipio.

Igualmente, aludió a que se procederá a eliminar el muro que delimita el jardín sur para abrir un nuevo espacio público que conecte tanto con la plaza de Abastos como con los entramados de calles que se establecerán en el lateral oeste. A este respecto, anunció, que la propiedad ha renunciado al derecho que tenía de construcción en el subsuelo de ese viario por lo que no habrá «ningún tipo de parking soterrado».

Aunque el alcalde no ocultó su alegría por este «importante» paso, tampoco olvidó que todo el proceso de compra de Chiloeches se ha visto «ralentizado» por las reclamaciones judiciales interpuestas - resueltas todas a favor del Ayuntamiento - y lamentó que se le haya acusado tanto a él como al equipo de gobierno de «corruptos, delincuentes y malversadores de caudales públicos» en este asunto.

En la bancada de la oposición prefirieron no mojarse respecto a la compra y optaron por la abstención. El portavoz de Santoñeses, Jesús Gullart, dijo estar de acuerdo «con el fondo pero no en la forma». Y es que, aunque ve bien que el inmueble pase a manos municipales, considera que se debieran haber explorado otras tasaciones que «pudieran ser más baratas y provechosas para el interés municipal». De la misma manera, señaló que su partido siempre ha sido partidario de adquirir toda la parcela urbanística para su desarrollo con un interés público y reprochó que no se hayan barajado otra vías de negociación como la permuta por otros edificios o parcelas. Desde el PP, Ricardo Fernández, se pronunció en similares términos. «La compra del edificio sí, pero no a cualquier precio», resumió tras explicar que hubiera sido «interesante» recoger otras valoraciones de sociedades tasadoras y del arquitecto. De igual modo, puso el foco en que el Ayuntamiento posee demasiado edificios municipales y carece de personal suficiente. «Se corre el riesgo de tener desatendidos esos edificios y su mantenimiento»

En la sesión plenaria, que se prolongó por espacio de seis horas, se dio luz verde al Presupuesto municipal de 2022, que asciende en el capítulo de ingresos a 12,3 millones de euros y en el de gastos a 11,9 millones. El documento contó con el apoyo del bipartito y la abstención de la oposición. La concejal de Economía y Hacienda, Carmen González, calificó las cuentas como «muy ajustadas» a las previsiones y con una capacidad inversora «reducida» por lo que los proyectos de mayor importe se financiarán con cargo al remanente de tesorería de 2021 que, tras la liquidación, asciende a 5,3 millones de euros. El Presupuesto contempla una partida para inversiones de unos 600.000 euros que se destinarán a la rehabilitación del Faro del Caballo, la restauración de los murales marineros, la compra de mobiliario, la renovación del alumbrado público en el monte y Berria o la creación de un grupo de protección civil, entre otros.