Santoña destina 6 millones del remanente a inversiones entre críticas de «fundir» los ahorros

El equipo de gobierno de Santoña (Santoñeses y PP) sacó ayer adelante en solitario una modificación presupuestaria por valor de 6 millones de euros procedentes del remanente de tesorería para ejecutar una batería de 35 actuaciones «muy necesarias» en los próximos meses. Un movimiento económico que no gustó nada a los partidos de la oposición que, sin ambages, acusaron al Gobierno local de «fundir» los ahorros del Ayuntamiento. Lo hicieron en base a un informe, a su juicio «contundente y demoledor», emitido por el interventor municipal en el que concluye que, dado el importe de la modificación, «existe el riesgo de que el ejercicio de 2024 se liquide con incumplimiento de la regla de gasto, incumplimiento de la estabilidad presupuestaria e incumplimiento de déficit». Advierte, además el interventor, que dará lugar a que el Consistorio tenga que aplicar «medidas preventivas, correctivas y coercitivas» y llevar a cabo un plan económico financiero».

Se trata de la segunda modificación presupuestaria con cargo al remanente que aprueban Santoñeses y PP en pleno en los dos últimos meses. En la sesión del pasado septiembre se acordó otra modificación por importe de 1,3 millones, a la que ahora se suman estos casi seis millones de euros. Dejando algo menos de tres millones de euros en el remanente de las arcas municipales.

El portavoz de Santoñeses, Eloy Oliveri, defendió que, ahora, es «el momento de actuar» incorporando este crédito que, remarcó, «es absolutamente necesario para Santoña». Desgranó la larga lista de inversiones entre las que destacan por su importe la compra de la parcela libre junto al Palacio Chiloeches y terrenos en la zona del barco de Berria (1,4 millones), un plan de asfaltados y aceras (700.000 euros), la mejora de las instalaciones deportivas municipales (500.000 euros), la rehabilitación de edificios municipales (625.000 euros), tercera fase de la restauración del Palacio de Chiloeches (400.000 euros), la renovación de la plaza del Paloma (250.000 euros), la mejora de parques infantiles (150.000 euros), la primera fase de instalación de cámaras de videovigilancia (190.000 euros) o la rehabilitación del Fuerte de San Martín y Batería Alta de San Martín (150.000 euros), entre otros.

El regionalista, Ismael Monje, rechazó la propuesta echando en falta un desglose de las actuaciones y les reprochó que se están «gastando la hucha». Desde Vox, Salvador Sarabia, aunque entiende que las necesidades «son muchas», acusó al equipo de gobierno de «falta de previsión» y de «tirar por la calle del medio comiéndose los ahorros de Ayuntamiento y dejándolo en una situación delicada». Una vez más reprochó que no haya Presupuesto de 2024 y se trabaje con uno prorrogado de 2022 y pidió que «se prioricen unas inversiones sobre otras, tratando de buscar financiación externa del Gobierno regional». La portavoz del PSOE, Carmen González, les achacó hacer «política de tierra quemada», en el sentido de «dilapido todo el dinero de los santoñeses y que lo arregle el que venga después». Abogó por realizar inversiones «prudentes» pensando a medio y largo plazo y lamentó que «se está condenando al Ayuntamiento al incumplimiento de las reglas fiscales y a un plan económico financiero».

Desde el PP, Ricardo Fernández, aseguró que se ha solicitado ayuda financiera a las consejerías para estos proyectos y si llegan «se retraerá ese dinero y volverá al remanente». Recalcó que son inversiones «muy necesarias» ya que muchos edificios están en «estado precario» y «si tenemos el dinero no podemos dejar que se vengan abajo». A este respecto, Oliveri alegó que «no se puede seguir acumulando ahorro y que las carencias del pueblo sigan empeorando. Hay que solventar los problemas de los ciudadanos».

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