El acceso al Faro del Caballo se limitará a 300 personas por día con reserva previa

La formalización da vía libre al Consistorio para implantar un sistema de control y así limitar la afluencia de personas en julio y agosto. Una medida que pondrá en marcha con la colaboración de la empresa pública Cantur y es por ello, que se ha incorporado a la Administración regional de Turismo en este acuerdo a tres bandas.

La regulación del acceso se llevará a cabo a través de un sistema de cita previa en una plataforma digital o web que habilitará Cantur. Tras la rúbrica del convenio, tanto Marcano como Abascal han asegurado que se iniciarán los trabajos para intentar que funcione el control de acceso cuanto antes, pero no han confirmado que vaya a ser posible para el inminente verano.

A este respecto, el consejero ha indicado que están pendiente de las obras de adecuación que tiene previsto ejecutar el Ayuntamiento en el Faro del Caballo y que son «necesarias» para garantizar la seguridad. Además, ha añadido, «queremos implantar un control serio, riguroso y digitalizado, que sea de fácil uso para los visitantes», por ello, la idea es ofrecer el «mejor servicio» sin precipitarse. En la misma línea, el regidor ha señalado que «se intentará» iniciar el servicio de acceso «cuanto antes», aunque«lo iremos viendo y hablando las próximas semanas».

Marcano sí que ha adelantado detalles de ese futuro control que estará limitado a un máximo de unos 300 visitantes al día en un periodo de unas ocho horas. El acceso, será gratuito, y Cantur dispondrá de personal que se ubicará en una caseta, ubicada justo antes de iniciarse el descenso de los casi 700 escalones, para comprobar que las personas han reservado previamente.

El presidente de la Autoridad Portuaria ha subrayado que alcanzar este acuerdo ha llevado años. «La voluntad de todas las partes de que esto ocurriese lleva encima de la mesa mucho tiempo, pero al depender de tres administraciones ha sido una labor titánica el conseguir un consenso». Martín ha apuntado que desde hace tiempo el faro ya no cumple la función de señalización martíma, habiéndose convertido en un «atractivo turistico» y las tres administraciones «teníamos claro que el acceso debe estar controlado para que sea una visita segura». Unas palabras reafirmadas por Marcano que ha señalado que era «obligatorio» poner orden en este lugar y esa es la filosofía que encierra lo que hoy se ha rubricado.

Por su parte, el alcalde de Santoña ha destacado que la formalización del convenio supone un «punto y seguido» a un proceso que arrancó hace unos años con la petición del uso del Faro del Caballo para poder regular el acceso a este paraje natural.«En los últimos tiempos, como todo el mundo sabe, esta zona ha sido problemática dado el boom turístico que ha experimentado Santoña y especialmente, su monte, con la ingente llegada de visitantes de toda España a conocer el faro».

Esta 'procesión' de turistas, ha recordado, ha dado lugar a «numerosas» intervenciones de rescate por parte del 112 de personas accidentadas, que en algunos casos, habían cometido «una actitud imprudente o irreponsable». Unas situaciones que, en la medida de lo posible, se quieren evitar con el nuevo servicio que se pondrá en marcha.

La cesión de uso también permitirá al Ayuntamiento de Santoña acometer un proyecto de acondicionamiento mínimo del Faro del Caballo y la plataforma en la que se erige. Abascal ha explicado que la actuación, con un coste que rondará los 90.000 euros, se ha presentado a la convocatoria de subvenciones del Grupo de Acción Costera Oriental de Cantabria.

«Se trata de adecuar este entorno y que tenga un atractivo acorde a la relevancia turística que ha adquirido en los últimos años. Se contempla la eliminación de grafitis de la torre, restauración de elementos deteriorados, adecentar el pavimento y mejorar los peldaños más inferiores que conducen al mar». Unos trabajos que aún tienen que licitarse y adjudicarse y que, dada su complejidad - los materiales deberán trasladarse por vía área y los obreros por vía marítima- se tendrán que acometer en primavera o justo recién terminado el verano, nunca en invierno.