Santoña y Laredo subastan los primeros bocartes en Cantabria, pero el precio cae a una media de 90 céntimos el kilo

En la segunda jornada de la campaña, el grueso de la flota cántabra de bajura sigue faenando en las aguas vascas donde están tropezando bocarte. Esta pasada noche y al alba las embarcaciones han capturado importantes cantidades. Uno de esos barcos ha sido el Nuevo Libe, que ha cubierto el cupo diario con 10.000 kilos. Su patrón, Rubén Trueba, ha decidido enfilar a su puerto base, el de Santoña, con la idea de «dar servicio a las pescaderías de aquí y para ver si se vendía a un precio un poco mas alto porque allí están entrando muchos barcos». Tal está siendo el aluvión de descargas, que en la lonja de Ondarroa el precio, a primera hora de hoy, ya había caído hasta los 70 céntimos.

Pero tampoco ha habido mucha suerte en Santoña. «Se ha vendido a un precio muy bajo», ha lamentado Trueba, sobre todo en comparación con los 6.000 kilos que subastaron ayer a las ocho de la tarde en el puerto de Guetaria, donde se llegaron a cotizar a 3,22 euros el kilo. Los mayoristas y minoristas que han acudido a la Cofradía de Pescadores Santoña han pujado a la baja. Solo unas cajas testimoniales de bocarte se han pagado entre 2,46 y 1,15 euros el kilo. La mayoría de lo desembarcado, unas 1.100 cajas, se ha despachado a 86 céntimos. Por ello, el patrón ha reconocido que «no se ha visto compensado» el gasto de gasoil en el desplazamiento, con casi seis horas de navegación para llegar a Santoña. «No nos ha acompañado el precio».

La tripulación, que descargaba las últimas cajas durante la subasta, se ha mostrado indignada al conocer los precios que se han pagado por la pesca. «No hay derecho. Es una vergüenza. Son las primeras anchoas que entran en Cantabria y no valen nada, después de estar casi cinco meses parados», ha expresado el pescador del Nuevo Libe, Ángel Pla Larrañaga, a pie de puerto. Un malestar que compartían todos sus compañeros de cubierta tras una larga noche de faena. Estaban «desmoralizados».

Los ejemplares capturados son de tamaño pequeño, entre 45 y 48 granos ( número de unidades por el kilo) que van el consumo en fresco . El patrón mayor de Santoña de la Cofradía de Pescadores de Santoña, Miguel Fernández, tampoco ha ocultado su decepción. «Pensaba que al ser lo primero de aquí iba a estar por encima del euro, pero los precios que ya teníamos de esta mañana del País Vasco eran bastante desastrosos».

El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores y Mareantes San Martín de Laredo, Adolfo San Román, también ha expresado su descontento por el precio al que se han subastado las primeras capturas de bocarte en el inicio de la costera. «Estamos perdiendo dinero», lamenta San Román, quien también es maquinista del Nuestro Padre Tonino.

La jornada de este martes ha tenido un sabor agridulce. Por un lado, se ha inaugurado la ampliación de la lonja de la Cofradía de Laredo, una histórica reivindicación que finalmente se ha materializado gracias a la actuación de la Consejería de Fomento que ha duplicado el espacio disponible. Sin embargo, la satisfacción por esta mejora se ha visto ensombrecida por el desplome de los precios del bocarte.

El patrón mayor insiste en la necesidad de gestionar la costera de manera diferente: «Vamos todos, cargamos todos y el precio baja. Cada uno debería gestionar sus capturas con un tope para sacar más partido al precio del pescado».

San Román explica que las capturas se han realizado en la zona este, en San Sebastián, mientras se prepara para volver a faenar tras recibir en el puerto de Laredo a las autoridades en la inauguración de la ampliación de la lonja.

La razón de este temprano desplome, según el patrón mayor de Santoña, radica en que Galicia está subastando mucho bocarte desde la última semana de febrero. A diferencia de otros años, en la zona de la novena A (entre Finisterre y Cádiz) ha aparecido un importante banco de esta especie. «Llevan 15 días pescando salvajemente (no tienen topes diarios) y han saturado el pescado para fresco en los mercados españoles». Además, en el Mediterráneo también se han topado con esta especie. «Han hundido el mercado para fresco», ha criticado Fernández, quien aboga por cambiar el sistema de gestión de la anchoa. «No se puede ir a pescar a ochenta céntimos el bocarte y calculo que en una semana bajará todavía más el precio».

Aunque en la mar es difícil hacer previsiones, Fernández cree que, a no ser que alguna embarcación rompa el aparejo y regrese a casa, habrá que esperar hasta el próximo viernes para registrar nuevas descargas en los puertos de Cantabria, coincidiendo con el descanso del sector el fin de semana.