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Silvia y Felipe, junto a su perro, en el exterior del albergue de Isla y con la iglesia de San Julián y Santa Basilisa de fondo. Juanjo Santamaría
«Silvia fue mi tabla de salvación tras la cárcel y ahora le devuelvo lo que ha hecho por mí»

«Silvia fue mi tabla de salvación tras la cárcel y ahora le devuelvo lo que ha hecho por mí»

El pueblo de Güemes se vuelca con los hospitaleros del albergue de Isla, Felipe y su pareja, enferma de ELA, para ayudarles a comprar una casa adaptada

Ana Cobo

Arnuero

Domingo, 14 de abril 2024, 02:00

En la vida de Felipe Aranda hay un antes y un después desde que conociera como hospitalero en el albergue de Güemes a Silvia Van Erp, una peregrina holandesa que se cruzó en su destino para demostrarle que siempre hay una oportunidad para volver a ... empezar. «Ella fue mi tabla de salvación», se sincera el hombre de 69 años. Apareció como un ángel de la guarda en el momento más oportuno. Justo cuando Felipe estaba a punto de concluir su condena en el penal de El Dueso (Santoña) - acudía al albergue de voluntario dentro del régimen del tercer grado - y recuperar la ansiada libertad.

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