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ANA COBO
arnuero.
Viernes, 29 de mayo 2020, 07:16
El proyecto para transformar dos antiguos viveros de langosta de Isla en piscinas de agua salada va tomando forma. Tras casi tres meses de inactividad por la crisis sanitaria, han vuelto los obreros y la pala excavadora a la zona del campo de San Sebastián donde se está llevando a cabo la restauración de los muros de piedra de la cetaria existente. En esta área también se está reordenando el espacio marítimo para ampliar la zona verde y ya se ha ejecutado el pequeño anfiteatro, que mira en dirección a la futura piscina para que las familias pueden sentarse en él y contemplar a los pequeños mientras se dan un chapuzón.
Los trabajos, destaca el alcalde de Arnuero, José Manuel Igual, avanzan a «buen ritmo» aunque, lógicamente, no se van a poder cumplir los plazos inicialmente previstos. La idea era que las piscinas naturales estuvieran listas para este verano, pero tras el obligado parón por el estado de alarma, habrá que esperar a «finales de agosto o septiembre» para disfrutarlas. «Ahora lo más importante es que las obras se han reanudado y van hacia adelante». El proyecto está financiado por el Ministerio para la Transición Ecológica, a través de la Dirección general de Costas, con una inversión de 418.879 euros.
La actuación contempla transformar dos viveros en desuso. Uno, ubicado en el campo de San Sebastián, y otro, en punta de El Sable, que fueron construidos a mediados el siglo XIX, dada la importancia de la actividad pesquera de la langosta en el barrio de Quejo (Isla), que llegó a ser declarado puerto exportador de este crustáceo. Al desaparecer esta práctica, las cetarias quedaron en el olvido. El objetivo ahora es restaurar los muros de piedra que quedan en pie y reparar las compuertas manuales para la entrada y salida del agua. Finalmente, se colocarán unas pasarelas de madera para acceder con seguridad. La intervención es «plenamente respetuosa con el entorno y mejorará la seguridad y accesibilidad de los bañistas», destacó el regidor.
El plan incluye otras actuaciones complementarias. En el campo de Sebastián se va a reordenar el aparcamiento situado al lado del vivero para así ampliar la zona verde del parque existente; en este punto, se ubicará el pequeño anfiteatro y se colocará un monumento en homenaje a las gentes de la mar. Por su parte, en la zona de la punta de El Sable se rehabilitará también una caseta de piedra para albergar un Centro de Interpretación de la langosta. Con este proyecto, pionero en Cantabria, «vamos a recuperar nuestro patrimonio cultural, natural y gastronómico» y a la vez, «será un atractivo turístico que va a dinamizar el barrio de Quejo», reseñó Igual.
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