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Esa lata de plástico que quedó como testigo de una merienda después de un baño, la colilla que alguien apagó enterrándola en la arena o el aparejo de pesca que trajo la misma marea que baña la orilla cargada de microplásticos. Hoy las playas de ... Somo y Loredo amanecerán respirando mejor al desprenderse de parte de esa basura. 250 kilos menos de residuos, para ser concretos. Es lo que retiraron en torno a 85 voluntarios que participaron este sábado en dos convocatorias que organizaron Telefónica y, por otro lado, la Fundación Real Racing Club en colaboración con Coca Cola. Sendas iniciativas planificadas por el Día Mundial de las Playas que se conmemoraba ayer y con las que se pudo resarcir en parte el ajetreo que han soportado, un verano más, los principales arenales de Ribamontán al Mar.
Fue fruto de la casualidad que Telefónica coincidiese con la cita que lanzaron desde la Fundación Real Racing Club junto a Coca Cola. Misma fecha y prácticamente en el mismo punto ya que la labor de los voluntarios de la compañía de comunicaciones se centró en Somo mientras que los voluntarios de la segunda llamada trabajaron en Loredo. «Ha sido una cuestión de azar pero estamos encantados, cuantas más compañías se conciencien y arrimen el hombro en una causa tan necesaria mejor», decía entre recogida y recogida Agustín Ibáñez, responsable del área de sostenibilidad de la Fundación del club futbolístico. Mientras que en la limpieza de Somo actuaron unas 30 personas, en la de Loredo lo hicieron 55 con un heterogéneo grupo en el que participaron surfistas, jugadores de las escuelas de fútbol y vecinos de Ribamontán al Mar, entre otros.
«La verdad es que la playa no estaba especialmente mal, probablemente por la acción de las mareas vivas de la última semana», apostilló Ibáñez. Aún así, el trabajo no fue, ni de lejos, infructuoso porque en total se sacaron en tres horas de trabajo de la playa en torno a 250 kilos de basura (150 contabilizaron los de Telefónica y 100 los del Racing y Coca Cola). Principalmente se extrajo mucho plástico, poliespan, una gran cantidad de colillas enterradas, latas, restos de aparejos y abundante microplástico que se eliminó de manera manual y se llevó con bolsas específicas a un punto limpio móvil de la empresa Mare.
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